Radiografía de la pobreza energética en España: 4,6 millones no pueden mantener su casa caliente

Pobreza energética

Radiografía de la pobreza energética en España: 4,6 millones no pueden mantener su casa caliente

Cerca de un millón de personas residentes en España se vieron obligadas el año pasado a dejar de disponer de algunas de sus fuentes habituales de energía.

Pobreza energética

La pobreza energética afecta a millones de personas en España. Según el último informe de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), que analiza este problema desde 2012, el año pasado un total de 6,8 millones, equivalente al 15% de la población, sufrieron temperaturas inadecuadas en la vivienda, retrasos en el pago de recibos, o ambas situaciones. Pero el estudio engloba también otros indicadores relacionados con la pobreza energética: el número de personas para las que el porcentaje del gasto en energía sobre los ingresos es excesivo o aquellas que consumen mucha menos energía que la media. En estas dos últimas circunstancias de dificultad se encontraba el año pasado un 29% de la población del país (13,2 millones).

El ‘4º estudio sobre la Pobreza Energética en España’ pretende aplicar a la realidad española la metodología empleada en el Observatorio Europeo de la Pobreza Energética, que propone la utilización de cuatro indicadores principales, dos de ellos procedentes de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (la capacidad para mantener una temperatura adecuada en el hogar y los retrasos en el pago de recibos) y dos procedentes de la Encuesta de Presupuestos Familiares (el porcentaje de rentas destinadas al pago de los servicios de suministro energético y la denominada como ‘pobreza energética escondida’, es decir, los hogares que gastan una cantidad inusualmente baja en energía).

En concreto, unos 4,6 millones de personas residentes en España no fueron capaces de mantener su casa caliente durante los meses de frío, 800.000 se retrasaron en el pago de un recibo y 2,8 millones de personas (el 6% de la población) declararon tener dos o más retrasos. En estos dos indicadores que reflejan el problema de la pobreza energética, España se mantiene por encima de la media europea desde 2014.

Además, el estudio, realizado a partir de datos de 2016, recoge por primera vez cuántos de los hogares que se declararon incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada se vieron obligados a dejar de disponer de algunas de sus fuentes habituales de energía: el 2% de la población, cerca de 900.000 personas residentes en España, sufrió en 2016 algún tipo de desconexión de suministro energético en su hogar.

Cuantificar el número total de personas en situación de pobreza energética en España es complicado, debido a que los datos de los indicadores se solapan. Según ACA, “el análisis realizado para el año 2010, único año en el que los datos estadísticos lo permiten, arroja que 19,1 millones de personas, el 41% de la población residente en España, se encontraba padeciendo al menos una de las consecuencias asociadas a alguno de los cuatro indicadores mencionados”; es decir, se encontraban en riesgo de pobreza energética.

¿Quiénes son los más afectados?

Las cuatro Comunidades Autónomas que más sufrieron la pobreza energética en 2016 fueron Castilla – La Mancha, Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana, todas ellas regiones con climas más cálidos que el promedio del país, lo que demuestra que las condiciones climáticas no tienen relación con este problema. La explicación estaría más bien en el nivel de ingresos, los sistemas de protección social de cada región o las calidades de la edificación.

Según Sergio Tirado, de ACA, que ha presentado esta mañana el estudio, “la desigualdad energética ha aumentado en España con la crisis”. Así, la mayor proporción de personas en dificultades en cuanto al suministro energético se da en hogares con bajo nivel educativo, en familias monomarentales, en enfermos crónicos, personas nacidas fuera de España, u hogares con bajos ingresos.

De acuerdo al estudio, el 10% de los hogares con menos ingresos reporta un gasto anual en energía doméstica de 5,6 euros por metro cuadrado, lo que le supone en promedio un esfuerzo del 11,5% de sus ingresos; mientras que las familias con renta más altas solo tienen que destinar un 3% de sus ingresos anuales para logar un gasto energético un 40% más elevado (7,9 euros por metro cuadrado).

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