Coincidiendo con el Día del Libro, la agencia europea de estadística Eurostat recuerda la evolución del sector en las familias de los países socios: en 2016, los hogares de la UE dedicaron más de 90.000 millones de euros en libros, periódicos y artículos de papelería. Supone el 1,1% del gasto total, que está en declive. En 1995 este porcentaje medio era del 1,8%.
El desempeño español empeora la media: es el tercer país de la UE con menos gasto en libros y prensa sólo superado por Grecia y Bulgaria y a la altura de Malta y la República Checa. Eslovaquia despunta con más del 2% de su gasto total dedicado a libros y prensa; le siguen Alemania con el 1,6% y Polonia con el 1,4%, el doble que España, que se queda en el 0,7%.
Nuestro país tampoco sale bien parado en la estadística que mide el tiempo dedicado al día para la lectura de libros: según una encuesta en 15 estados de la UE entre 208 y 2015 la media de dedicación diaria a los libros varía desde los 2 minutos de Francia a los 13 de Estonia. España se queda en unos seis minutos, media que sólo empeora Rumanía, Austria e Italia, además de Francia.
Sobre el número de personas que aseguran que leer libros es una de sus actividades principales, los ‘ratones de biblioteca’ abundan sobre todo el Finlandia y Polonia, donde un 16,8% y un 16,4% de los encuestados, respectivamente, declararon la lectura como pasatiempo principal.
España se sitúa en la parte media- baja de la tabla con algo más del 8% de los encuestados que consideran los libros como una actividad principal.
Los que se definieron como lectores dedican a ello entre una hora al día en Francia hasta una hora y 37 minutos de media en Hungría. En todos los países el porcentaje de lectores es mayor entre las mujeres que entre los hombres, aunque los lectores masculinos leen durante periodos más prolongados que las mujeres.
