Carmena vuelve a decepcionar a ecologistas y vecinos con la nueva ‘Operación Chamartín’

Operación Chamartín

Carmena vuelve a decepcionar a ecologistas y vecinos con la nueva ‘Operación Chamartín’

La FRAVM, Ecologistas en Acción y la plataforma Madrid Zona Norte denuncian que el nuevo proyecto es similar al de Ana Botella y que sólo se ha “maquillado”.

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A la tercera no va la vencida y el nuevo acuerdo alcanzado entre las administraciones para el desarrollo urbanístico del norte de la ciudad, popularmente conocido como la Operación Chamartín, tampoco parece contar con el consenso ciudadano. Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y la plataforma ciudadana Madrid Zona Norte, que agrupa a entidades de los barrios afectados, rechazan de plano el nuevo proyecto Madrid Nuevo Norte y critican que se haya tomado antes de contar con la ciudadanía. ¿El motivo? Lo consideran casi un calco de la macrooperación diseñada durante el mandato de Ana Botella pero con una capa de maquillaje.

Vicente Pérez Quintana, responsable de Urbanismo y Vivienda de la FRAVM, lamenta que el nuevo plan se haya gestado rodeado de secretismo y al margen de las entidades ciudadanas e idénticas acusaciones hace la coordinadora de Ecologistas Madrid, Ángeles Nieto.

“El nuevo plan se ha presentado a los medios de comunicación antes que a los ciudadanos” se queja la representante de Ecologistas en declaraciones a EL BOLETIN, y como prueba de esta política de hechos consumados por parte del Ayuntamiento informa que la Mesa Madrid Nuevo Norte –que en teoría reúne a los afectados para debatir sobre el proyecto les ha convocado para una reunión el próximo 23 de abril.

Además Nieto hace notar que el proyecto anunciado ayer “básicamente sigue siendo el mismo que el aprobado por Ana Botella y los escasos avances -como una leve reducción de la edificabilidad o el hecho no incluir la zona deportiva de la colonia San Cristóbal como zona residencial- se han conseguido gracias a la presión ciudadana”. Ironizando que “cambian de nombre el plan para que no se identifique con el proyecto de Botella, pero aunque la mona se vista de seda mona se queda y este Madrid Nuevo Norte no deja de ser una operación especulativa al servicio de inversores privados”.

En el mismo sentido se expresa al representante de la FRAVM: “Es un pena que tantos meses de negociaciones en secreto entre las administraciones y las empresas privadas solo hayan servido para maquillar y hacer un poco más digerible el plan que el Consistorio presentó el pasado mes de julio” y hace notar que en base a la información que se ha publicado el nuevo proyecto sólo contempla 400 viviendas menos y una pequeña rebaja en la edificabilidad, siendo en esencia calcado al anterior.

Por eso, la federación vecinal rechaza de plano el nuevo proyecto “lamentando que el Ayuntamiento se haya plegado a los intereses del BBVA y del capital privado”. “No es de recibo que a pesar de que el 80% del suelo de la operación es de titularidad pública, su explotación se deje en manos privadas”, señala Pérez Quintana.

La representante de Ecologistas en Acción reconoce que existen colectivos vecinales y comerciantes que apoyan esta operación urbanística por considerar que es necesario actuar en esta zona del norte de Madrid muy degradada y deteriorada pero afirma que son más las asociaciones de vecinos que la rechazan por considerar que no supondrá una mejora de la calidad de vecino de los vecinos de Begoña, Fuencarral…

La representante de Ecologistas afirma que son mayoritarias las asociaciones que piensan que no es necesario acometer una macrooperación para acabar con la degradación de este ámbito. “No es necesario edificar 15 o 20 torres para hacer un paso peatonal en la estación de Chamartín”, señala Ángeles Nieto, quien pone de manifiesto que la construcción de viviendas y oficinas en la zona no va a afectar para nada al degradado casco antiguo de Fuencarral”

Por otra parte, la cuestión de las viviendas sociales sigue provocando el rechazo de la FRAVM, ya que no están de acuerdo con que solo el 20% de las viviendas contempladas en el plan cuente con algún grado de protección, habida cuenta de la enorme demanda de vivienda social existente en la ciudad, que se traduce en una lista de espera de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) que hoy supera las 14.000 personas.

Recuerda la federación vecinal que “en el Noreste sobran pisos y oficinas vacías y faltan viviendas públicas” y critica que el Ayuntamiento continúe con el modelo de concentrar en los distritos del Sur y Sureste la vivienda social y las infraestructuras y negocios más contaminantes, mientras reserva el Noreste para viviendas y oficinas de lujo. Subrayando que “el espacio que Madrid Nuevo Norte destinará al sector terciario sigue siendo absolutamente desproporcionado para las necesidades de nuestra ciudad”.

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