El arancel sobre la soja, el arma de China que apunta directamente a los votantes de Trump

Guerra comercial

El arancel sobre la soja, el arma de China que apunta directamente a los votantes de Trump

EEUU es junto a Brasil el gran vendedor de soja del mundo, mientras que China es el principal comprador, con unas importaciones que representan más del 60% del total mundial.

Donald Trump, presidente de EEUU

Desde su llegada al poder, Donald Trump se ha caracterizado por un discurso proteccionista que ya en la campaña le valió el apoyo de buena parte del sector agrícola. Sin embargo, los agricultores estadounidenses podrían acabar teniendo que pedir cuentas al presidente de EEUU después de que el contraataque chino en la guerra comercial haya apuntado directamente al negocio de la soja.

China anunció ayer un arancel del 25% sobre importaciones de 106 productos estadounidenses, que en total suponen unas importaciones de unos 50.000 millones de dólares. Entre los productos puestos en la diana por el gigante asiático se encuentran los automóviles, los avionesmala noticia para Boeing– y también la soja.

“La respuesta de China parece ser muy específica, afectando a algunos de los estados de EEUU que han apoyado las políticas populistas y proteccionistas del presidente Trump”, valora Carsten Menke, analista de investigación de materias primas en Julius Baer.

EEUU es junto a Brasil el gran vendedor de soja del mundo, mientras que China es el principal comprador, con unas importaciones que representan más del 60% del total mundial. En ese sentido, si se introdujeran estos aranceles, “los agricultores estadounidenses perderían competitividad en el mercado de exportación y tendrían que encontrar otros compradores”, señala Menke, que apunta a los agricultores brasileños como los “principales beneficiarios”.

Tampoco será una buena noticia para China, donde “los precios [de la soja] aumentarán de acuerdo con nuestra evaluación”, ya que los aranceles “son deflacionarios a nivel mundial pero inflacionarios a nivel nacional”.

El país asiático es el mayor productor y consumidor de carne de cerdo del mundo y su industria depende en gran medida de la harina de soja para alimentar a los animales. En ese sentido, no sólo EEUU podría verse muy perjudicado de confirmarse el arancel, sino también los granjeros porcinos chinos, que se enfrentarían a una subida de los costes que repercutiría probablemente en el precio final de la carne.

“En general, mantenemos la opinión de que es poco probable que las disputas comerciales actuales se conviertan en una guerra comercial. Dicho eso, el riesgo no es insignificante”, alerta el experto de Julius Baer.

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