Los presupuestos de la desgana

PGE 2018

Los presupuestos de la desgana

Unos presupuestos sin imaginación ni ambiciones que responden primordialmente a sus conveniencias electorales.

Cristóbal Montoro

Dudo que haya alguien que le gusten los presupuestos que Cristóbal Montoro ha presentado hoy con tanto retraso, tanta desgana y tanta incertidumbre sobre su aprobación. Los presupuestos, que son fundamentales para el normal funcionamiento de una Administración Pública, no suelen entusiasmar más que a quien los elaboran pero en esta ocasión seguramente ni eso. Hasta los aludidos como beneficiados – pensionistas y funcionarios – se quejan.

El Gobierno ha aprovechado que ya estamos en abril para presentar unos “presupuestejos” para salir del paso; unos presupuestos sin imaginación ni ambiciones que responden primordialmente a sus conveniencias electorales. También suele ocurrir que los partidos que están en el poder lo hagan así, sea cual sea su orientación, política. Pero en este caso quizás sea hasta más descarado porque el Gobierno se aprovecha de su propia debilidad para capitalizarlos en su beneficio político.

De su debilidad, que prácticamente le mantiene como un Ejecutivo “tancredista”, que no ejecuta ni legisla, y de la debilidad de sus opositores, unos semidomesticados, como Ciudadanos, otros desarmados, como los socialistas, otros venidos a menos, como los populistas, y otros echados al monte, como los secesionistas. Rajoy ya casi ha agotado las prebendas con que puede jugar para conseguir el apoyo de algunos grupos minoritarios y incluso de momento así las cuentas no le salen. La esperanza puesta en el PNV choca con la imposibilidad de levantar el 155 en Cataluña.

Una vez más la pelota está sobre el tejado del PSOE al que le quedan tres opciones, o el no es no ya conocido de Sánchez que contribuiría a acentuar su imagen de parido insolidario con una sociedad que necesita unos presupuestos, o hacer de tripas corazón, cambiar lo que pueda en las cuentas presentadas, que ya no sería mucho o dejar que Rajoy se las apañe como mejor pueda y sepa. Porque un Gobierno sin presupuestos es un Gobierno sentenciado.

En este probable caso, el PSOE entrará en una nueva encrucijada por si ya tuviese pocas: intentar formar Gobierno o ir a propiciar unas elecciones anticipadas. Pero ambas opciones se presentan poco tentadoras: Para asumir el Gobierno le faltan apoyos adecuados y para competir en unas elecciones lo menos que necesita el momento, si hemos de hacer caso a las encuestas, no es nada propicio. Entre tantos problemas Rajoy no deja de tener suerte.

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