El pasado domingo, Elon Musk se permitía aprovechar el Día de los Inocentes (April Fools’) para bromear sobre una posible quiebra de Tesla Motor. Los inversores, sin embargo, parecen estar de peor humor: las acciones de la compañía siguen en caída libre y bajan en la apertura de la sesión un 4,25% después de que la semana pasada se dejaran un 11,7%.
Las posibles consecuencias tras el accidente de un Modelo X, la retirada de 123.000 vehículos Modelo S y la preocupación sobre la posición de efectivo de la compañía siguen pesando en la cotización del valor, que acumula ya cinco semanas consecutivas de caídas.
Sin embargo, el analista de Baird Ben Kallo ha reiterado su recomendación de ‘sobreponderar’ Tesla Motor, que ha mantenido desde marzo de 2016. La razón se encuentra en la volatilidad de las acciones, que ha creado oportunidades de compra para los inversores a largo plazo en el pasado.
“Si bien parece que una tormenta perfecta está pesando sobre las acciones, somos compradores dentro de la presión en la producción del Modelo 3”, escribe Kallo en una nota a los clientes. “Nos gusta que la configuración se dirija a las entregas del primer trimestre, ya que creemos que el sentimiento es demasiado negativo, y creemos que [Tesla] puede superar las expectativas más bajas”.
