La guerra comercial no es real: EEUU depende de la voluntad de China de comprar deuda

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La guerra comercial no es real: EEUU depende de la voluntad de China de comprar deuda

El país asiático es uno de los principales tenedores de bonos estadounidenses por lo que a Trump no le conviene tensar la cuerda con este socio.

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La decisión del presidente Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones chinas por valor de 60.000 millones de dólares y las represalias del país asiático con impuestos propios ha golpeado la confianza del mercado financiero, penalizando a las bolsas y generando preocupación sobre el impacto de esta guerra comercial en el crecimiento económico. Sin embargo, desde Saxo Bank creen que “no nos enfrentamos a una guerra comercial real” recordando el “alto nivel de deuda de los EEUU y la dependencia de la voluntad de China de comprar T-Bonds”, el bono de referencia estadounidense. Y es que China, junto a Japón, son los dos principales tenedores de bonos estadounidenses al sumar más de 2 billones de dólares.

Por el momento, China ha anunciado represalias rápidamente imponiendo sus propios aranceles contra la carne de cerdo, fruta, vino, tuberías de acero y aluminio reciclado de los Estados Unidos. En este sentido, John Hardy, jefe de estrategia en forex de Saxo Bank, indica que “las contramedidas chinas parecen más bien moderadas, dada la magnitud de las acusaciones de EEUU y que el impacto total de los aranceles en el crecimiento se considera extremadamente modesto”.

Christopher Dembik, macroeconomista jefe de Saxo Bank, coincide en esta idea y considera que “no nos enfrentamos a una guerra comercial real que pueda desencadenar una guerra de divisas. Todo esto es, en gran parte, humo y espejos. Trump está tratando de mantener contentos a los empresarios estadounidenses mostrándose agresivo en el comercio. China ha tomado represalias, pero de momento, no ha decidido llevar a cabo una fuerte devaluación del yuan ni nada similar”. El experto de Saxo Bank añade que “la globalización hace que los países dependan unos de otros neutralizando el riesgo de guerra comercial, como sucedió en la década de 1930. Esta postura de Trump es una herramienta política de cara a las elecciones de mitad de mandato, pues su retórica proteccionista está teniendo éxito en un movimiento desesperado por salvar a la mayoría republicana en el Congreso. Debido al alto nivel de deuda de los EEUU y la dependencia de la voluntad de China de comprar T-Bonds, Estados Unidos no puede luchar realmente contra la competencia china. Donald Trump amenaza con que va a suceder lo peor para que sus aliados hagan concesiones”.

El Índice de Riesgo Global elaborado por Saxo (mide el nivel de apetito por el riesgo a corto plazo en relación con el contexto a más largo plazo) refleja los últimos enfrentamientos de Trump de forma muy gráfica, repuntando fuertemente, no solo en términos de volatilidad del mercado, sino también por los movimientos en los mercados de bonos y crédito de países emergentes.

La peor parte se la han llevado las bolsas. “El S&P 500 se está acercando a una zona de soporte clave y, si pierde los 2.600 puntos, entonces nos enfrentaremos a un escenario completamente nuevo”, advierte Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable de Saxo. “Abogamos por ser cautelosos y mantenernos a la defensiva: protéjase y ponga stops”, agrega.

Pero, a pesar de todo, los mercados de divisas están notablemente tranquilos, afirma Hardy, “el mercado no sabe qué hacer con el dólar ante las amenazas de guerra comercial. Parecía que se estaba recuperando ayer después de las caídas posteriores a la reunión de la Fed, y ahora encuentra cierta resistencia”. Normalmente, añade el jefe de estrategia en forex de Saxo Bank, el aumento del riesgo favorece al billete verde, “pero este comportamiento del mercado de divisas, dado el telón de fondo, no tiene precedentes”. El único movimiento digno de mención en este mercado es “un ligero avance del yen japonés, el beneficiario habitual del aumento del riesgo”, afirma Hardy.

En cuanto al mercado de materias primas, sí está experimentando movimientos por la escalada del riesgo geopolítico. En este sentido, Ole Hansen, jefe de estrategia en commodities de Saxo Bank, señala que, “como las materias primas dependen principalmente de una cosa, el crecimiento global, que es lo que genera demanda, los temores sobre un retroceso en el crecimiento económico están penalizando a los metales industriales, mientras que los metales preciosos están beneficiándose de su condición de activos refugio”.

Además, el petróleo es otro de los beneficiados, ya que la posibilidad de nuevas sanciones de Estados Unidos contra Irán ha llevado al crudo a una escalada técnica. “El aumento de los riesgos de las tensiones comerciales globales está afectando el crecimiento y la demanda mundial, pero por ahora, la esperada renovación de las sanciones estadounidenses contra Irán es el tema principal que está influyendo en el crudo”, concluye Hansen.

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