Escalada en el conflicto comercial entre China y EEUU, después de que el Gobierno de Beijing haya anunciado sus primeras medidas en respuesta a los aranceles al acero y aluminio impuestos por la Administración Trump, que ayer mismo adelantó unos aranceles adicionales de 50.000 millones de dólares sobre las importaciones provenientes del gigante asiático.
La batalla comercial está teniendo un fuerte eco en los mercados asiáticos. La Bolsa de Shanghái ha cerrado con un retroceso de un 3,4%, mientras que en Japón, el Nikkei 225 se ha desplomado al cierre un 4,5% y en Corea del Sur el Kospi se ha dejado un 3,2%. En Wall Street ayer el Dow Jones perdió un 2,93%.
Las bolsas europeas también acusan el golpe. El Ibex 35 abre con un fuerte retroceso de un 1,5%, similar al que encaja a primera hora de la mañana el Eurostoxx 50.
Ayer, mismo, el presidente de EEUU, Donald Trump, ponía sobre la mesa nuevos aranceles por valor de 50.000 millones de dólares a las importaciones chinas como compensación por las supuestas violaciones de abusos de propiedad intelectual. Horas más tarde, China anunciaba aranceles sobre importaciones estadounidenses de productos como carne de cerdo, aluminio reciclado, tubos de acero, fruta o vino.
En un comunicado del Ministerio de Comercio chino, el gigante asiático avisa también de que emprenderá acciones legales contra EEUU en la Organización Mundial de Comercio en respuesta a los aranceles sobre el acero y el aluminio, si bien pide diálogo para resolver la disputa. La Casa Blanca dio a la Unión Europea, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, México y Corea del Sur, hasta el 1 de mayo para negociar sobre los aranceles al acero y el aluminio, una oferta que no se extendió a China, donde ya han entrado en vigor dichos aranceles.
“La respuesta de China es sorprendentemente modesta a la luz de las acciones de EEUU, lo que sugiere que podría haber mucho más por venir”, avisa Stephen Roach, expresidente no ejecutivo de Morgan Stanley en Asia en unas declaraciones a Bloomberg. “Como tercer mayor mercado de exportación y de más rápido crecimiento de EEUU y mayor propietario extranjero de bonos del Tesoro, China tiene una influencia considerablemente mayor sobre EEUU de lo que los políticos de Washington se atreven a admitir”.
