Las manifestaciones de los pensionistas vascos complican el apoyo del PNV a los presupuestos

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Las manifestaciones de los pensionistas vascos complican el apoyo del PNV a los presupuestos

Las masivas movilizaciones en Euskadi suponen un toque de atención para la formación jeltzale.

Foto de Ezker Anitza

Mariano Rajoy tiene previsto presentar los Presupuestos Generales del Estado a su equipo durante las próximas semanas. Lo va a hacer con la esperanza de que Ciudadanos, los partidos canarios y PNV se sumen a unas cuentas que todavía no han analizado. El apoyo de los nacionalistas vascos ha estado condicionado por la situación en Cataluña. Sin embargo, las masivas movilizaciones de pensionistas en Euskadi suponen un nuevo condicionante en las negociaciones que, previsiblemente, van a mantener.

El PNV ha sido muy claro respecto a los Presupuestos Generales del Estado de 2018. Mientras el artículo 155 de la Constitución siga vigente, los jeltzales no darán su visto bueno a las cuentas de Mariano Rajoy.

No obstante, la situación política de Cataluña ha rebajado tanto su temperatura que en estos momentos muchos representantes políticos (también del PNV) consideran que la falta de entendimiento entre los partidos independentistas es la principal causa, al nivel del 155, de que no haya todavía un gobierno catalán electo.

A esa circunstancia y condición se le une ahora ‘la crisis de los pensionistas’. Los jubilados/as de Euskadi han trasladado masivamente su indignación respecto al aumento del 0,25% de las pensiones, lejos de los datos del IPC y de la inflación.

Las protestas de Bilbao se han convertido de un tiempo a esta parte en un símbolo de la lucha por la dignidad de las pensiones. De hecho, la manifestación celebrada este sábado en la capital vizcaína fue la más multitudinaria de todas. 115.000 personas, un tercio de los bilbaínos, salió a la calle a reclamar la actualización de las pensiones acorde al nivel de los precios.

El PNV es consciente de que la política pensionista de Rajoy está condicionada por la reforma que realizó el PP en el año 2013, cuando los populares gozaban de la mayoría absoluta del Congreso. En ese momento, los nacionalistas vascos votaron en contra de una propuesta que provocaba la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas.

Sin embargo, en estos momentos, muchos pensionistas vascos – base electoral del PNV – no entenderían que los jeltzales dieran un ‘sí’ a los presupuestos de Mariano Rajoy sin ninguna medida considerable a cambio. El PP ha planteado la posibilidad de reducir el IRPF a las pensiones que cobran entre 12.000 y 14.000 euros al año. Una medida que no satisface a los pensionistas ya que solo beneficiaría al 8% de las pensiones.

El PNV exige la transferencia de la gestión del régimen de la Seguridad Social (Estatuto de Gernika, 1978), el reforzamiento del Pacto de Toledo y la actualización de las pensiones acorde al IPC. Unas medidas que el Ejecutivo central no está dispuesto a aceptar.

No obstante, el partido liderado por Andoni Ortuzar es consciente de la importancia que tiene para el Gobierno de Iñigo Urkullu el desbloqueo de las partidas económicas dirigidas al País Vasco negociadas el año pasado y previstas para este 2018. Entre ellas, el impulso a la construcción de la ‘Y vasca’, la red ferroviaria de alta velocidad que unirá San Sebastián, Vitoria y Bilbao con el resto de España.

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