La policía no perseguía al mantero de Lavapiés en el momento en que sufrió el infarto

Lavapiés

La policía no perseguía al mantero de Lavapiés en el momento en que sufrió el infarto

El Ayuntamiento iniciará una investigación pero asegura que el senegalés volvió al barrio caminando tras una actuación policial en Sol que no incluyó persecución.

Mmame Mbagye Ndiaye estaba en la Puerta del Sol junto a otras personas cuando se produjo «una intervención policial en torno a la venta ambulante». Según el relato del Ayuntamiento de Madrid, por boca de su concejal de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero, el senegalés fallecido ayer en Lavapiés decidió volver al barrio tras esa intervención sin que “ni en el momento de la parada cardiorespiratoria ni en los minutos anteriores hubiese ningún tipo de intervención policial frente a él o contra él”.

A raíz de la intervención policial en Sol, «varias personas entre las que se encontraba el ciudadano de origen senegalés Mame Mbaye Ndiaye, se desplazaron a la carrera hasta la Plaza Mayor. Desde allí, Mbaye de 35 años, se trasladó caminando junto a un compañero hasta el barrio de Lavapiés. A la altura del número 10 de la calle del Oso, Mbaye sufrió un infarto de miocardio que le provocó una parada cardiorrespiratoria y se desplomó en plena calle».

Barbero ha informado de los datos de los que hasta ahora dispone el consistorio sobre la muerte del senegalés, a la que siguió una concentración espontánea en protesta por su muerte y en general por los derechos del colectivo de inmigrantes sin papeles, que derivaron en fuertes disturbios en el barrio.

La primera idea que se propagó fue que Mmame Mbagye murió tras ser perseguido por agentes de la policía. Hoy el consistorio desmiente la conexión entre ambos sucesos (las intervenciones de la policía contra los manteros y la muerte del senegalés) aunque asegura que sigue recabando datos.

“Desde el Área de salud respaldamos el trabajo policial, pero por las circunstancias tan particulares, como hacemos siempre, iniciamos una investigación”. También por la actuación policial posterior. Tras conocerse el fallecimiento, muchos vecinos y parte de la comunidad inmigrante se concentraron para mostrar su repulsa y dolor.

Más tarde algunas personas destrozaron mobiliario urbano, incendiaron contenedores y sucursales bancarias. La policía actuó y al poco tiempo circulaban en redes vídeos y fotos de cargas contundentes de las UIP, que llegaron a disparar pelotas de goma.

«Proporcionalidad en el uso de la fuerza»

“Se ha abierto un expediente de información reservada porque queremos analizar a fondo la racionalidad en el uso de la fuerza”, explica Barbero insistiendo en que “siempre se hace porque se intenta actuar con congruencia, proporcionalidad y oportunidad en el uso de la fuerza”. “Porque desde el Plan Director de Policía entendemos que una de nuestros objetivos es la protección de los Derechos Humanos”, ha defendido.

“Lo que menos necesitamos en Lavapiés es demagogia y partidismo”, ha declarado por su parte Jorge García Castaño, concejal de Economía y responsable del distrito Centro, que ha acompañado a Barbero y a la alcaldesa en funciones, Marta Higueras, en la rueda de prensa sobre lo sucedido en Lavapiés. Los tres concejales han coincidido en llamar a la calma y defender el derecho a la crítica pero “condenando las actuaciones violentas” que han calificado de “minoritarias”.

Pero también ha habido críticas sobre la falta de derechos de la población inmigrante sin permisos legales de estancia: “En Lavapiés convivimos muchos vecinos con otros vecinos que viven en la ilegalidad, porque este Estado no es reconoce derechos, no les reconoce papeles, les obliga a vivir en la economía sumergida e informal. Eso tiene efectos muy claros y dificulta políticas educativas, sociales, sanitarias, … Se generan problemas muy obvios”, ha denunciado Castaño.

«Lo ocurrido ayer es una señal»

Aunque Barbero ha querido dejar claro que la actuación policial no está relacionada la muerte de Mbagye Ndiaye y ha alabado a los servicios policiales y de emergencias que trataron de salvar su vida, ha querido añadir que el fallecimiento se enmarca “en un contexto de desigualdad y exclusión estructural que debemos afrontar”.

“La política de extranjería actual es ineficaz y provoca pobreza y exclusión y por ello, es urgente revisarla”, ha exigido. Ha criticado que personas como este mantero se enfrenten a “situaciones diarias por la supervivencia, permanentemente huyendo de la policía o con el miedo de que te deporten a tu país, del que has huido jugándote la vida”.

“Llevaba entre 12 y 15 años sin papeles, sin posibilidades de encontrar un tipo de trabajo reglado y digno”, ha lamentado sobre el senegalés. “Y todo ello son fuentes de estrés crónico que acaban generando problemas de salud”.

Para Barbero, lo que pasó ayer “es una señal que nos debe obligar a pensar a administraciones y ciudadanos” y ha pedido que “sigan siendo los Derechos Humanos los que guíen las actuaciones para dar respuestas concretas de vecinos como él”.

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