EEUU avanza en el derribo de Dodd Frank… sin buenas noticias para el Santander y BBVA

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EEUU avanza en el derribo de Dodd Frank… sin buenas noticias para el Santander y BBVA

Los bancos extranjeros que operan en EEUU no se librarán finalmente de los test de estrés como si lo harán los bancos medianos del país.

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Más de una década después del inicio de la crisis financiera, EEUU ha iniciado el derribo de Dodd Frank, la legislación que orquestó la Administración Obama en respuesta a ella. Pero no habrá piedad finalmente en la nueva regulación que se está abriendo pasado para los bancos extranjeros que operan en el país.

El proyecto de ley bipartidista, diseñado por el senador Mike Crapo, cabeza republicana del Comité Bancario del Senado, salió adelante ayer miércoles con una votación de 67-31, según recoge CNN. En principio la legislación beneficiaría a miles de pequeños bancos comunitarios y docenas de prestamistas regionales, que habían argumentado que Dodd Frank restringió el crédito y frenó a la economía.

También flexibilizará las regulaciones para las entidades hipotecarias, ampliará el acceso a congelaciones de crédito gratuitas y cambiará las reglas para los impagos de préstamos estudiantiles. El proyecto de ley aún debe pasar un trámite en la Cámara de Representantes antes de que llegue al presidente Trump.

Entre los asuntos más destacados de la nueva legislación se incluye elevar el umbral a partir del cual se considera a los bancos demasiado grandes para caer (too big to fail). Si actualmente se fija en 50.000 millones de dólares en activos, ascenderá si se aprueba la norma hasta los 250.000 millones. Este cambio propiciará que sólo una docena de bancos estadounidenses, entre ellos gigantes de Wall Street como JP Morgan, Bank of America o Wells Fargo, se enfrentarán a una regulación más estricta de la Reserva Federal.

Los bancos medianos se verían protegidos en buena medida de este estrecho marcaje de la Fed, ya que no estarían obligados a presentar planes para su desmantelamiento en el caso de que fallasen. Además el examen de los test de estrés sería más periódico, no una vez al año.

Peores noticias para los bancos extranjeros con operaciones en EEUU, como Deutsche Bank y BNP Paribas o los españoles Banco Santander y BBVA, que finalmente no recibirán el aplazamiento que estaban esperando. En un primer momento se esperaba que tuviesen el mismo tratamiento que los bancos pequeños y regionales, librándose de los test de estrés anuales y otros requisitos, pero el proyecto sufrió un cambio de última hora por la presión de los demócratas, que consideran que algunas entidades extranjeras han perjudicado a los consumidores en el pasado.

Por último, los bancos comunitarios con menos de 10.000 millones en activos ya no tendrían que cumplir con la llamada ‘Regla Volcker’, que prohíbe a las instituciones financieras realizar apuestas arriesgadas con dinero asegurado por los contribuyentes.

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