“Religión, de oferta obligada por los centros”. Así se redactará en adelante el Decreto que fija el currículo de Bachillerato en la Comunidad de Madrid. Según el Boletín Oficial de la región de este martes, el Ejecutivo de Cristina Cifuentes asume la petición de la Conferencia Episcopal y obligará a todos los centros de la región a ofrecer la materia de Religión hasta el último curso de la Educación Secundaria no obligatoria.
“Esta modificación normativa permite dotar de mayor seguridad jurídica y coherencia a la regulación actual, de manera que la materia de Religión, como específica de segundo curso de Bachillerato, esté en las mismas condiciones que la materia homónima del primer curso de la etapa, cumpliendo así el Decreto la normativa actualmente en vigor”, se lee en el decreto de modificación.
Firmado por el consejero de Educación Rafael Van Grieken y la propia Cristina Cifuentes, la orden establece que “en el horario lectivo correspondiente al segundo curso de Bachillerato, a la materia específica opcional Religión se le añadirá un signo de llamada del siguiente modo: “Religión (2) al objeto de recordar que se trata de una materia de oferta obligada en todas las modalidades, como expresa la correspondiente nota a pie de página.
Curiosamente, esta modificación también incluye la Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad de Madrid, así como la de “Protección Integral contra la LGTBifobia y la Discriminación por Razón de Orientación e Identidad Sexual”, aprobadas en 2016.
En este sentido, el BOCM recoge la nueva redacción del apartado 1 del artículo 10 del currículo de Bachillerato: “La Consejería con competencias en materia de educación fomentará el desarrollo de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género o contra personas con discapacidad y los valores inherentes al principio de igualdad de trato y no discriminación por cualquier condición o circunstancia personal o social”.
Fija que “la programación docente debe comprender en todo caso la prevención de la violencia de género, de la violencia contra las personas con discapacidad, de la violencia terrorista y de cualquier forma de violencia, racismo o xenofobia, incluido el estudio del holocausto judío como hecho histórico” y obliga a “fomentar acciones y valores de respeto, deportividad y trabajo en equipo en todas las actividades deportivas, con la finalidad de prevenir actitudes y conductas antideportivas en los actos y competiciones deportivos”.
Sobre la ley LGTBI, el decreto modifica el currículo de la secundaria no obligatoria con “medidas para la sensibilización en cuanto a las normas internacionales de derechos humanos y los principios de igualdad y no discriminación, incluidos los concernientes a la orientación sexual y la identidad de género, conducentes a evitar toda discriminación o violencia física o psicológica o la comisión de delitos de odio basados en la diversidad sexual y de género”.
