Continúan las denuncias por la precariedad y la inestabilidad laboral en el Hospital La Paz

Sanidad

Continúan las denuncias por la precariedad y la inestabilidad laboral en el Hospital La Paz

Los trabajadores de la quinta planta de Traumatología reprochan el ‘ninguneo’ del centro con el servicio, afectando a la estabilidad laboral de la plantilla.

Hospital La Paz

El Hospital La Paz de Madrid tiene el honor de ser catalogado como el mejor hospital en varias especialidades. Entre ellas se encuentra, según el primer monitor de reputación sanitaria (MRS), la sección de Traumatología. Y es precisamente en dicha unidad desde donde ha salido el último grito de precariedad laboral. Varias plantas más abajo, en Urgencias, también llevan meses denunciando la situación que se vive.

La conciliación laboral se ha convertido casi en una utopía para los trabajadores de la quinta planta de Traumatología. Según denuncian en un escrito, llevan años “sufriendo constantes traslados y cambios en la organización del servicio”. Algo que viene realizándose sin previsión alguna: “Nunca se publican a tiempo, imposibilitando la conciliación de la vida laboral con la personal y familiar”.

En total, según relatan desde @Urgenciaslapaz (cuenta que viene denunciando la situación en el centro), los profesionales de la quinta planta de Traumatología han reunido 236 firmas de apoyo a su “situación de inestabilidad que padecen ellos y sus pacientes”. El sindicato MATS también se ha hecho eco del escenario recogiendo la denuncia del personal de Enfermería y Auxiliares de esta sección del Hospital La Paz.

En una primera carta, el personal ha querido advertir del “trato que estamos recibiendo por parte de la dirección”. Los trabajadores reprochan que están “jugando” con ellos, “sin importarle” al centro “las consecuencias en nuestra estabilidad”. En concreto, critican que la quinta planta se ha transformado en una “planta polivalente” ante los movimientos de la dirección: “Esto supone que no cuenta con la presencia de un equipo médico, lo que conlleva una merma de la calidad asistencial”. Tampoco, según destacan, cuentan con una supervisora titular.

La plantilla de la Paz denuncia “escalofriantes” y “preocupantes” cargas de trabajo en las Urgencias

Leer más

Las obras que cambiaron todo

A pesar de que llevan años recalcando estos problemas, desde el pasado verano el servicio ha ido empeorando. Las inundaciones, las caídas de techo, la desinformación respecto a las obras en la quinta planta y los traslados son algunos de los aspectos vividos en los últimos meses y que siguen coleando en el día a día. Pero, el antes y después en la unidad ha llegado, como narra el personal de Enfermería, con la llegada del 2018 y el plan de gripe el escenario se agrava.

Según aseveran, este mes de enero el hospital comunicó a la plantilla que se reabrirá la quinta planta después de realizar una serie de obras ante el deterioro afectado por las inundaciones. Un anuncio que se hizo antes de su “apertura oficial” para así “descargar la urgencia”. El estreno en sí supuso pasar de las 18 camas que había antes de las obras hasta las 38 actuales. Perfecto. El problema llega cuando los profesionales tienen que “levantar una planta nueva, con el triple de pacientes, sin material, sin prácticamente medicación, habían desaparecido glucómetros, bombas, palos de suero…. sin un servicio médico responsable y sin supervisora, y con el 80% del personal de nueva incorporación”.

A partir de ese momento, la tensión se aceleró: “Son unas semanas de muchísimo estrés y mucho esfuerzo, no es fácil coordinar a un equipo prácticamente nuevo”. Y más al ver que la figura del supervisor “está de baja desde septiembre”. La gestión de la dirección, según apostillan, tampoco ayuda: “El hospital no saca la planificación de febrero hasta el 29 de enero por la tarde. Y pretenden sacar una planilla de 15 días ya que no saben si renovarán al personal contratado o no”.

Un nuevo cambio de planta

No obstante, el ‘baile’ no se ha quedado únicamente ahí. De hecho, las últimas variaciones parecen haber colmado el vaso. El pasado 19 de febrero el centro informó al personal de Traumatología de la quinta planta que tienen nuevo destino: “La nueva planta y recién abierta con el esfuerzo de todos los que ya estábamos allí, va a ser finalmente ocupada por todo el servicio de Oncología, y que a nosotros nos trasladan a la planta 14, y seremos una unidad polivalente para pacientes de ‘corta instancia’ (para no saturar la urgencia) en la que no va a haber un servicio médico responsable”.

La Paz redujo el número de camas y de personal mientras aumentaban las urgencias y los ingresos

Leer más

Pero todo cambio necesita una pequeña transición, es decir, que la planta sea limpiada y reestructurada. Mientras tanto, la plantilla se repartirá por “todo el hospital durante el mes de marzo”. Finalmente, el vaso ya se ha colmado. “A la dirección de Enfermería parece habérsele olvidado que somos personas, con una vida, con cargas familiares que atender, y que, por si hace falta aclararlo, nosotros no somos los responsables de la inundación de la planta, y no deberíamos pagar por ello”, analizan los profesionales de Traumatología.

Las dudas de la plantilla

Aun así, los temores se han instalado entre el personal: “Sabemos que nuestras condiciones no van a ser nada favorables”. El desconcierto también ha llegado al no entender por qué tienen que sufrir este traslado después de haberse “esforzado al máximo para abrir y sacar adelante una planta nueva”. Y más al ver que en su nuevo destino “los techos vuelven a tener goteras y es cuestión de tiempo que vuelva a pasar lo mismo”.

«Insalubridad y alto nivel de estrés»: el caos en urgencias pasa factura a la plantilla de La Paz

Leer más

Los trabajadores de la quinta planta de Traumatología de La Paz tachan de injustas las decisiones del hospital madrileño. Por ello, solicitan a la gerencia que se “faciliten las planificaciones con los dos meses de adelanto a los que se comprometió”. Al mismo tiempo, que en el traslado “el hospital no pierda camas, lo que supone una mayor saturación del mismo y una pérdida de puestos de trabajo”. En definitiva, reclaman “estabilidad para los trabajadores, sin traslados constantes por todos los servicios”.

Más información