El argumentario que defendió ayer el vicesecretario de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado, refleja la peculiar estrategia del partido del Gobierno en la pugna por el espacio político con Ciudadanos.
En la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección, Casado trató, por este orden, la política lingüística en Cataluña, la “deslealtad del PSOE” en la candidatura de Guindos al BCE, los “homenajes a etarras”, la libertad de los «presos políticos venezolanos» y la iniciativa de Marta Sánchez de ponerle letra al himno de España.
Los populares centraron su reunión de cada lunes en la política educativa catalana: el PP llevará al Parlament una iniciativa para que se permita a los padres elegir el español como lengua vehicular en la que quieren que se imparta la educación a sus hijos.
“Cataluña es la única región en el mundo -junto a Groenlandia- donde no se puede estudiar en la principal lengua oficial del Estado. Garantizar la libertad de las familias en la elección de la lengua es el objetivo”, argumentó Casado, explicando el origen de esta nueva polémica por la política educativa catalana tras meses de alta intensidad de conflicto independentista: “El Gobierno a través del artículo 155 garantizará las cuestiones administrativas para llevarlo a cabo”, defendió.
En efecto, la intervención estatal de Cataluña tras la declaración unilateral de independencia (DUI) es el principal motivo del resurgimiento del tema “adoctrinamiento” en las escuelas catalanas, pese a que no ha habido ningún cambio real en las directrices políticas sobre la educación.
Pero el vicesecretario de Comunicación recuerda que “se trata de que se cumpla la ley y las sentencias del Tribunal Supremo, que garantiza que se pueda estudiar un mínimo del 25% de las asignaturas troncales en español”.
“Queremos que se restituya la legalidad en el sistema educativo catalán. Esperamos contar con el apoyo del resto de los partidos políticos. En cualquier otro país del mundo esto sería lo normal, pero aquí parece que se quiere extender a otras comunidades como Baleares o Valencia”, expresó.
Mientras los sondeos continúan sumando puntos a las posibilidades electorales de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, el PP parece aferrarse a sus más claras prioridades diferenciadoras, empezando por Cataluña, la cooficialidad y la defensa del español, pero continuando por otros asuntos no menos característicos: “Tienen que acabarse los homenajes a los terroristas”.
El PP habla de pensiones, salarios, desempleo y desigualdad social, pero no tanto por iniciativa propia como por obligación: si tiene oportunidad de marcar la agenda, prefiere recordar que continúan “los homenajes a los terroristas de ETA y sus cómplices”. Casado denunció “el acto de recibimiento y exaltación a los terroristas que pasaron la información para asesinar a Joseba Pagazaurtundua en Andoain (Guipúzcoa)”.
“Mandamos un abrazo a Maite Pagazaurtundua. El PP estará siempre al lado de las víctimas del terrorismo, que son gigantes morales en comparación con los miserables de los terroristas y quienes les apoyan”, añadió. “El escarnio a las víctimas no se pude aguantar más”.
Cuando hace dos años las encuestas predecían un imparable ascenso de Podemos en la campaña de las generales, Venezuela fue una gran herramienta. Parece que el PP apuesta por la misma carta para diferenciarse de su nuevo gran adversario, aunuqe se sitúe al otro lado del espectro ideológico.
Porque Casado reclamó la liberación de todos los «presos políticos en Venezuela en el cuarto aniversario de la encarcelación de Leopoldo López«. “Vemos con preocupación que se hayan convocado elecciones fraudulentas, rompiendo los preacuerdos de la República Dominicana. Están abocando a Venezuela a una nueva cubanización para perpetuarse en el poder sumiendo en la más absoluta pobreza al país”, denunciaba al término del Comité de Dirección.
Hay más: “En otro orden de cosas, el vicesecretario de Comunicación ha aplaudido la magnífica iniciativa de la cantante Marta Sánchez de ponerle letra al himno nacional”, explicaba un comunicado del partido sobre la misma rueda de prensa. El PP no duda de que “la cantante ha conectado con el sentimiento y patriotismo de muchos españoles, que pensamos que el himno nos une a todos en una nación unida, plural e históricamente brillante”.
El PP fue capaz, no obstante, de colar un problema social mayoritario entre los asuntos que quiso abordar voluntariamente, antes de las preguntas de los periodistas, aunque para negarlo: “La discriminación salarial en España está prohibida por Ley”, defendió Casado, recordando que, según Eurostat, la brecha salarial está en España en el 14,9 %, por debajo de la media europea del 16,3% y de otros países miembros como Alemania (22%), Portugal (17,8%) y Francia (15,8%).
El próximo jueves se celebra el día de la equiparación salarial y Casado es el tercer dirigente que presume del dato de Eurostat, tras Rajoy y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, para replicar la situación laboral de las mujeres en España.
«Es el país donde más se ha reducido la brecha salarial», defiende el PP, animando a las mujeres a denunciar cualquier infracción o discriminación salarial que se produzca. “Hay más mujeres trabajando en España que nunca, se ha recuperado todo el empleo femenino perdido durante la crisis”, defendió, aunque tres de cada cuatro nuevos parados en diciembre fueron mujeres.
