Los españoles cada vez más se están habituando a tirar de su tarjeta de crédito a la hora de pagar, según las últimas cifras publicadas por el Banco de España, que muestran que no sólo los pagos con tarjeta superan ya las retiradas de efectivo en los cajeros, sino que además la brecha se amplía cada vez más al tiempo que el parque de plásticos sigue aumentando.
Las cifras de la institución que dirige Luis María Linde ponen de relieve que las operaciones de compra en terminales de punto de venta (TPV) volvieron a superar en importe a la retirada de efectivo durante el tercer trimestre del año pasado (últimas cifras conocidas). En total, los españoles pagaron con tarjeta operaciones por valor de 35.411,36 millones de euros, un 8,25% más que en el mismo período del año anterior.
Sólo en el acumulado del año se alcanzaron los 99.250 millones de euros, en línea para superar los 124.406 millones del ejercicio 2016, que ya supuso un récord. Para hacerse una idea del crecimiento registrado en los últimos años, las compras con tarjeta entre enero y septiembre de 2017 superan ya todas las realizadas en el ejercicio 2013.
Frente al uso de los TPV, la retirada de efectivo de los cajeros automáticos también aumenta, pero a unos ritmos más modestos: un 2,65% hasta los 32.146,94 millones de euros. El número de operaciones aumentó un 0,71%, lo que se traduce en que los españoles hicieron retiradas de mayor cuantía.
Tal y como señala en un análisis el portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, “el año pasado fue el segundo año consecutivo en que el importe de los pagos con tarjeta superó al importe de las extracciones de efectivo en los cajeros automáticos”. Aunque todavía faltan por conocer los datos del cuarto trimestre, “la tendencia es clara”, señala este economista, con “un aumento promedio del 9% en las operaciones de compra en terminales de punto de venta frente a un crecimiento promedio del 3% en las operaciones de retirada de efectivo en cajeros”.
Para Martínez Campuzano, “lo verdaderamente relevante es que los consumidores tengan la oportunidad de realizar sus pagos a través del instrumento que deseen”, y “los bancos españoles lo hacen posible” tanto a través de los cajeros como de los terminales de venta y los medios móviles (Bizum) o digitales.
En ese sentido, tanto el número de TPV como de cajeras siguieron creciendo, un 0,92% y un 5,86%, respectivamente. En total, en España hay 51.613 cajeros automáticos, lejos todavía de los más de 60.000 que había antes de que se iniciara la crisis y la reestructuración del sector financiero. El número de TPV sí está en máximos, hasta los 1,74 millones.
Pero lo que mejor explica que los españoles paguen cada vez más con tarjeta es el hecho de que cada vez hay más tarjetas en circulación, especialmente de crédito. Según las cifras del Banco de España, hay en circulación 51,77 millones de tarjetas de crédito, la cifra más alta de la historia tras un crecimiento interanual del 7,65%. A ellas se suman 26,70 tarjetas de débito (+4,45%) hasta un agregado récord de 78,47 plásticos en el país.
