Gastrobar Bizikletak, fusión a baja temperatura

¿Dónde comer?

Gastrobar Bizikletak, fusión a baja temperatura

Platos sinceros, llenos de sabor, y con la imaginación como arma principal para salvar la falta de medios de esa "mini cocina", de la que salen pequeñas joyas para compartir.

Bizikletat

La revolución gastronómica producida en el distrito de Chamberí es evidente. Calles como Ponzano o Alonso Cano, con gran tradición hostelera, en estos últimos años han llenado sus calles de locales a la última, gente guapa, famoseo, y cocina moderna. Estos, que representan el exponente de esta revolución gastronómica madrileña, han traído consigo una segunda revolución en la parte menos conocida de la zona, al calor de los precios de los locales, menos hinchados que en la parte alta. Sin tantas pretensiones y algo más de imaginación han surgido en el llamado Argüelles, barrio límite entre los distritos de Chamberí y Moncloa, tradicionalmente ligado al ocio estudiantil por su proximidad con la Universidad Complutense y sus Colegios Mayores, estos nuevos y generalmente pequeños bares y restaurantes, llenos de encanto y de nuevas y arriesgadas propuestas.

El que más nos ha llamado la atención de este «Off Chamberí» ha sido Bizikletak, un gastrobar a un par de manzanas del metro de Argüelles, con varios cientos de opiniones positivas en los principales sitios de reservas online, como Google o Tripadvisor. Regentado por una Vasca y un Mexicano, y con no más de seis mesas, nos ha sorprendido por la originalidad de sus propuestas. Platos sinceros, llenos de sabor, y con la imaginación como arma principal para salvar la falta de medios de esa «mini cocina», de la que salen pequeñas joyas para compartir. Una quincena de platos, que cambian cada temporada, y casi una veintena de vinos, además de alguna cerveza artesana, constituyen una meditada carta que no deja indiferente.

Un huevo cocinado a 65º con salsa de vermú blanco y setas, un Steak Tartar ahumado en el momento, o un Cordero a baja temperatura con reducción de su salsa y polenta al tomillo. Una Mamiak (Cuajada de leche de Oveja Latxa) preparada en caliente al instante, o un Brownie de Chocolate Blanco para terminar, son solo alguno de los ejemplos de lo que se puede pedir. La gran ventaja es que el tamaño de cada plato es ideal para compartir y poder probar mucho de lo que ofrecen. Los precios rondan los cinco o seis euros, por lo que al final, varios platos con bebida y postre salen por unos veinte euros por cabeza. En los vinos encontramos desde tintos canarios a blancos con crianza en barrica. En cervezas artesanales arriesgan con una IPA (India Pale Ale) de La Mancha o una Blonde de Valladolid.

Nos han contado que su llegada a Madrid, y sobre todo a Argüelles, fue fortuita, y que poco a poco se van haciendo a la ciudad y a sus gustos. Quizás por eso sus propuestas nos suenan inesperadamente frescas y desenfadadas, aunque se nota su paso por grandes cocinas de San Sebastián, Barcelona o Ibiza. Es por eso por lo que a pesar de sus limitaciones es complicado reservar mesa, especialmente en fin de semana. Son también notables sus ganas de compartir con su público las cosas que hacen, solo hay que echar un ojo a sus redes sociales, o a su completo blog gastronómico http://bizikletak.com/index.php/blog-bizikletak.

Aquí dejamos sus datos y os invitamos a conocerlos, no os van a defraudar:

Gastrobar Bizikletak

Tlf. 918 266 173

Email. [email protected]

www.bizikletak.com

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