En una resolución no vinculante aprobada este jueves, el pleno del Parlamento Europeo acepta que, aunque ninguno estudio científico sobre la cuestión ha llegado a resultados concluyentes, las investigaciones sí apuntan a la “existencia de repercusiones negativas sobre la salud humana” en relación al cambio de hora bianual.
Los eurodiputados insisten además en lo “esencial” que es mantener un régimen horario unificado en la Unión, incluso tras el final de los cambios de hora bianuales.
La directiva sobre el horario de verano, vigente desde 2001, establece una fecha y hora comunes en toda la UE para los cambios de hora, con objeto de garantizar el correcto funcionamiento del mercado interior.