Señora diputada al Parlament y asesora áulica del ex Carles Puigdemont con residencia en Waterloo, su aparición en primera página como candidata a la Presidencia de la Generalitat tiene visos de romper la parálisis para que sea posible una investidura con todas las de la ley y del Estatut, de forma que decaiga la aplicación del artículo 155 bajo el cual Mariano Rajoy gobierna a distancia el principado.
Su primera tarea sería desprenderse de su valedor, hacerle comprender que Bélgica rehusará ser la sede de un Gobierno en el exilio y evitar esa república bolivariana de Cataluña.