Francisco Cecilia, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Madrid

Entrevista

Francisco Cecilia, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Madrid

Francisco Cecilia, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Madrid, una de las asociaciones profesionales que más ha luchado por los derechos laborales de los miembros de este Cuerpo.

Francisco Cecilia

“La Guardia Civil trabaja con vehículos con más de 400.000 kilómetros y armas de los años 60”

Francisco Cecilia explica en una entrevista a EL BOLETIN cómo van las negociaciones con el Ministerio de Interior para satisfacer una reivindicación que los agentes llevan planteando 30 años: su equiparación salarial con los policías autonómicos. Una entrevista que también aprovecha para dar a conocer el día a día de un Cuerpo que trabaja con vehículos con más 400.000 kilómetros y armas de los años 60, con una elevada tasa de suicidios -cada 26 días se quita la vida un guardia civil- y pocas, muy pocas, mujeres en sus filas.

¿En qué momento se encuentran las negociaciones para la equiparación salarial?

En estos momentos hemos tenido ya dos reuniones, una con el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y la última, esta semana, con el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. En la primera reunión hubo una ‘especie de coacción’ ya que se nos vino a decir ‘si queréis equiparación salarial tenéis que recortar derechos sociolaborales’ pero por suerte ese punto se quitó de ese primer acuerdo que nos había presentado el Ministerio. Por un lado, vemos positivo que el acuerdo de equiparación salarial no conlleve ningún recorte en los derechos laborales adquiridos, pero por otra parte no nos dieron cifras concisas y concretas que es lo que nosotros necesitamos. Resumiendo, en esa última reunión no quedó nada claro y se nos ha remitido a otro encuentro el próximo día 2 de febrero, en el que ya esperamos se den números, cifras y sobre todo que vayan incluidas en el capítulo 1 de los Presupuestos del Estado.

¿Cuáles son los principales problemas que tienen actualmente los guardias civiles? ¿Cómo es su día a día?

Uno de los problemas es que es un Cuerpo de carácter militar y eso ya implica una merma derechos laborales, ya que se nos aplica el Código Penal Militar en nuestras funciones policiales pero también en nuestra vida social. Aparte, no tenemos derecho a la negociación colectiva como el resto de cuerpos policiales y ello implica que se nos excluya de mesas de negociación para conseguir mejoras económicas y profesionales. Además, no tenemos medios adecuados para poder prestar el mejor servicio a la ciudadanía: estamos trabajando con vehículos con más de 400.000 kilómetros y las armas que utilizamos, por ejemplo, son armas de los años 60. La falta de medios es evidente y ese es el día a día de los guardias civiles que se supera sólo por el orgullo personal de los agentes.

Ahora que se intensifica el debate sobre la necesidad de legislar para evitar la discriminación laboral de las mujeres ¿cómo ve usted la situación de la mujer en el Cuerpo? ¿No cree que hay pocas mujeres en el Instituto Armado?

Es cierto que hay menos presencia femenina en comparación con el resto de cuerpos policiales, por lo que estamos haciendo campañas desde la AUGC para que esto se revierta, ya que todavía no hay esa igualdad que permita que una mujer tenga una proyección profesional dentro de la Guardia Civil. Simplemente. por poner un ejemplo, si en un curso de la Academia de Oficiales de la Guardia civil hay 70 personas, de ellas sólo 10 son mujeres, como mucho, y eso mismo pasa en el resto de academias. No hay paridad del personal femenino con el masculino y aún hay mucha discriminación a la mujer, por lo que todavía queda mucho que trabajar en ese aspecto.

La AUGC se queja de que el acoso sexual en la Guardia Civil no se denuncia porque las víctimas se sienten indefensas y pide cambios en el protocolo ¿Qué falla y cómo se podría mejorar?

El problema es que los protocolos no son efectivos porque lo primero que falla es que quien denuncia el supuesto acoso sexual o laboral tiene que dar cuenta de ello a su inmediato superior y ese mando puede darse el caso de que sea precisamente la persona que te acosa, lo que provoca que muchas denuncias no se estén presentando. Por eso, consideramos que tiene que haber un departamento específico, una unidad específica independiente, que se dedique a recoger las denuncias y a investigarlas, lo mismo que pensamos que debe ocurrir para prevenir los suicidios porque no se están dando soluciones, ya que una persona con supuestas tendencia suicidas tiene que acudir a un psicólogo de la Guardia Civil, que a fin de cuentas es un mando.

Hablando de suicidios, ¿han mejorado las dramáticas cifras de las que llevan años alertando?

Desafortunadamente no. La tendencia va en aumento, ya que la aunque la media anual viene siendo de 15 suicidios anuales, el año pasado, entre enero y julio ya se superó esa cifra y se contabilizaron 15 suicidios, lo que demuestra que los protocolos no son efectivos. Actualmente, se pide a los agentes que den la voz de alarma si ven algún compañero alicaído o de bajón, pero nosotros no somos psicólogos.

Por ello, desde la AUGC solicitamos, desde hace bastante tiempo, que se hagan reconocimientos psicológicos periódicos, preferentemente anuales, que serían la única forma de detectar si hay tendencias suicidas. Unos reconocimientos que deberían realizarse por parte de gabinetes externos al Cuerpo, ya que aunque no dudamos de la profesionalidad de los psicólogos de la Guardia Civil creemos que pueden suponer una barrera para que los agentes pidan ayuda que sean mandos los que les atienden. Además, discrepamos de la afirmación de que los suicidios por cuestiones laborales sean sólo un número irrisorio, un 5%, como estima la Dirección General. Creemos que las cuestiones laborales tienen mucho peso a la hora de que un guardia civil se quite la vida puesto que no se puede olvidar que llevamos armas. Por esta razón. Pensamos que si mejoramos las condiciones de trabajo, con por ejemplo con turnos rotatorios para conciliar la vida laboral, la no aplicación del Código Penal Militar, el derecho a la negociación colectiva…, se podría ayudar a reducir esta lacra.

¿Cómo les han afectado los recortes?

Los recortes nos han afectado directamente en cuanto al número de personal, ya que desde 2010 llevamos una pérdida de casi 8.000 agentes menos y eso influye en un mejor servicio a la ciudadanía que al final es a la que nos debemos. Por este motivo, desde AUGC hemos propuesto y estamos haciendo una labor pedagógica sobre que se debería abordar ya una reorganización de unidades, lo que supondría varios beneficios. Por una parte, una mejora en el mantenimiento de los cuarteles, ya que tenemos cuarteles que son de la Guerra Civil y que no tienen ningún mantenimiento y como muestra podemos recordar el caso del cuartel de El Escorial en el que se cayeron dos balcones y afortunadamente no hubo heridos. Y por otra, calculamos que conllevaría un ahorro del que se beneficiaría el Estado puesto que se conseguiría un ahorro de personal agrupando los mismos servicios en un cuartel como si fuera una comisaría.

Asimismo, reivindicamos un aumento del número de agentes ya que la reposición del personal que se jubila no se está haciendo desde 2010. Una cuestión que hemos planteado reiteradamente al ministro de Interior y al Consejo de la Guardia Civil cada vez que nos reunimos pero la única respuesta que se nos da es que dependemos del Presupuesto. A pesar de ello, consideramos que hay que cambiar una distribución decimonónica de la Guardia Civil que viene ya de la fundación de una institución que nació en 1844.

¿Cómo cree que podría mejorar la imagen que del Cuerpo que dan hechos como los que han denunciado ustedes de rociar las nuevas motos con agua bendita?

Nosotros creemos que esas imágenes que se dan no son la más acertadas para una Guardia Civil actual, del siglo XXI. Estamos en un Estado aconfesional. Cada uno tiene la fe y la religión que quiera y, además, en la actualidad, dentro de la Guardia Civil hay gente de distintas nacionalidades- Hay guardias civiles, chinos marroquíes, hispanoamericanos… y cada uno tiene sus ideas y su fe. Por ello, hay que desvincular estas imágenes del pasado -estas imágenes que llamamos nosotros del NODO- de la Guardia Civil del siglo XXI, aunque es cierto todavía hay movimientos internos a los que les cuesta desvincularse del pasado. En eso estamos.

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