La nueva jueza española en Estrasburgo cree que ser homosexual “es una elección de vida”

Justicia

La nueva jueza española en Estrasburgo cree que ser homosexual “es una elección de vida”

María Elósegui critica que sus declaraciones están manipuladas pero reconoce dar pávulo a teorías que consideran que la homosexualidad es voluntaria.

María Elósegui, jueza española del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo

La nueva jueza española en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, María Elósegui, no parece haber puesto mucho empeño en deshacerse de las acusaciones por homofobia después de que eldiario.es rescatase sus afirmaciones sobre que “la homosexualidad produce patologías”.

En una entrevista hoy en El País, asegura que sus creencias no se reflejarán en sus resoluciones judiciales y critica que se han manipulado sus palabras: “No creo que haya dicho las frases que se me atribuyen. Las habrán tergiversado”.

Pero sigue desatinando: a la pregunta de si efectivamente cree que la homosexualidad es una patología, Elósegui rechaza esa respuesta pero apoya “investigar los orígenes de la homosexualidad y hay distintas teorías. Creo que no hay una probada. También hay distintas posturas dentro de los colectivos gay. Las personas puede hacer elecciones en su vida y esta es una elección más”, asevera.

Si ser homosexual es una elección, “¿hay una «filosofía de vida» común a los homosexuales?”, pregunta el periodista. “Algunos piensan que el sexo es cultural, que se puede construir y que no hay nada previo que nos condicione, ningún condicionante previo biológico, esa es una teoría”, explica, la jueza, para seguir: “Cuánto viene dado por naturaleza y cuánto por cultura. Unos que dicen que es genético y otros dicen que es voluntario. No tienen solo una teoría y eso también es normal. Hay una evolución, un debate y cosas que ni entre ellas casan”, manifiesta.

“Habrá que ver qué he dicho”, responde Elósegui, miembro del Opus Dei, cuando se le recuerdan las aseveraciones que ha hecho sobre el tema en ámbitos públicos, entrevistas y libros.

La juez defiende que, en cualquier caso, su postura “antropológica” no influirá en cómo aplica el convenio europeo por los Derechos Humanos: “No hay peligro, no puedo ser sesgada, tengo que aplicar lo que hay, me guste o no. No se puede discriminar a nadie por orientación sexual u orientación de género. El público se puede quedar tranquilo”, afirma

Tras la polémica, la jueza avisa de que no va a renunciar a la plaza en Estrasburgo, que ocupará durante nueve años, y también elude contestar a si está a favor del matrimonio homosexual: “Es una pregunta comprometida. No es estar a favor o en contra. No voy a contestar. No voy a dar una respuesta blanco o negro. Como juez tengo que respetar la legislación. Yo no estoy de acuerdo con el activismo judicial y he criticado sentencias por eso”.

La juez insiste en que puede aportar al TEDH su experiencia en temas de igualdad y en la defensa de los perjuicios que esta sociedad genera sobre las mujeres. Pero no parece tener muy claros algunos conceptos : preguntada sobre si se considera feminista responde que “tengo que reconocer que sí, pero no estoy en contra del varón”.

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