La “actitud napolitana” del PP valenciano: mordidas de hasta el 30% en obra pública

Financiación PP de Valencia

La “actitud napolitana” del PP valenciano: mordidas de hasta el 30% en obra pública

El que fuera presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Castellón apunta hacia Camps y Eduardo Zaplana.

Ricardo Costa y Francisco Camps

Uno de los barrios más históricos y corruptos de Nápoles se llama el Quartieri Spagnoli (‘Barrios Españoles’), creado durante el dominio de la ciudad por parte de la corona de Aragón. En España no existe ningún barrio napolitano, aunque según el que fuera presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Castellón, la política del PP de Valencia sí que tuvo con Francisco Camps y Eduardo Zaplana una “actitud napolitana”.

Vicente Monsonís, líder de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Castellón a comienzos de siglo XXI, desvela cómo determinadas empresas construyeron “verdaderos monopolios artificiales” gracias a la obra pública entre 1997 y 2005.

“(Esas compañías) pagaban comisiones próximas al 3% de la adjudicación y, además, lo que se denominaba ‘una pizza’. Introducían modificaciones falsas en el proyecto. Y sobre esa modificación, el porcentaje de la mordida era hasta del 30%”, afirma Monsonís en declaraciones recogidas por la Cadena SER.

El expresidente de la asociación de empresarios confirma que ese modus operandi ya era “previo al señor Camps”, señalado por Ricardo Costa como ‘cerebro’ de la presunta financiación irregular del PP de Valencia.

A tenor de Vicente Monsonís, estas prácticas fraudulentas que denuncia consolidan la “napolitización” del negocio de la construcción, ya que “era imposible entrar en determinadas obras si no lo hacías con los supuestos que te imponían, comisiones próximas al 3%, en algunos casos superiores, y las modificaciones de los proyectos de hasta el 30%”.

En las declaraciones recogidas por la emisora del grupo Prisa, Monsonís destaca que los empresarios y los políticos decidían conjuntamente “los presupuestos anuales del año siguiente, dónde invertir, cómo invertir”.

El empresario asegura haber sufrido presiones y amenazas por negarse a entrar en esa rueda. “Se me dijo literalmente ‘estás muerto como empresario’, porque me negaba a ciertas prácticas […] Eran capaces de arruinarte y qué pruebas tengo yo. El problema son las pruebas, qué pruebas tengo yo frente a una actitud napolitana”, afirma Monsonís.

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