SOS de las enfermeras de la UCI pediátrica inundada: “Si pasa algo grave, estamos vendidas”

Sanidad

SOS de las enfermeras de la UCI pediátrica inundada: “Si pasa algo grave, estamos vendidas”

Las profesionales de la unidad denuncian el día a día tras la reubicación. "Estamos en una continua tensión", lamenta una de las trabajadoras a EL BOLETÍN.

    Hospital 12 de Octubre

    El Hospital 12 de Octubre, como tantos otros hospitales madrileños, tiene un problema en sus infraestructuras. El reconocido deterioro de los centros se ha cobrado varios incidentes. El último sucedió la pasada semana cuando una tubería inundó la UCI pediátrica del hospital obligando a trasladar a varios menores. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, estima que en un mes se podrá reabrir la unidad. Hasta ese momento, los malabarismos y los problemas se han multiplicado para las enfermeras encargadas del servicio.

    «Estamos en una tensión continua», advierte una de las profesionales de la unidad, en declaraciones a EL BOLETÍN. Es tal la situación que están viviendo en esta primera semana después de la inundación que no han tardado en estallar. A través de un escrito dirigido a la Dirección, tal y como ha recogido eldiario.es, las enfermeras y auxiliares del 12 de Octubre han denunciado que “es imposible prestar cuidados de alta complejidad en unidades no adaptadas” tras los parches que ha colocado el centro.

    Sin embargo, las circunstancias que da un servicio como una UCI pediátrica eleva el temor de las trabajadoras. De hecho, ya se han dado situaciones complejas con los menores. «Están divididos en tres zonas: rea de madre (donde van las madres después de los partos), despertar y la novena planta. Y, por ejemplo, en la primera de estas hay un niño con un hemofiltro y una ECMO (Membrana de Oxigenación ExtraCorpórea) donde no hay enchufe para las dos cosas, así que hay que utilizar los enchufes del box de al lado. No hay ni toma de oxígenos suficientes», relata esta enfermera.

    Lo peor de todo es que, como señala, “se venía avisando” de que el área inundado iba a ceder: «Estábamos con goteras cada vez que llueve; el año pasado ya hubo un escrito para que se reformase». La Dirección del hospital emitió un comunicado tras el inicidente asegurando que los pequeños «reciben asistencia en unidades en las que ingresan pacientes tras cirugía o que están en estado crítico con el equipamiento adecuado para este tipo de atención». El Gobierno de Cifuentes le quita importancia.

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    El día a día se tuerce (aún más de lo que es una unidad como esta) desde que se entra por la puerta del Hospital 12 de Octubre. «Cada día que llegamos nos ponen en un sitio. Todo es un caos», señala la profesional a este medio. No obstante, la zona que la plantilla ha marcado como crítica se encuentra en la novena planta, reubicación que las enfermeras y auxiliares no terminan de entender: «No tenemos ahí ni a médicos cerca. En la UCI, aunque no haya médicos, das un grito y al lado está el despacho del médico que tarda dos segundos. En cambio, en la novena, si se te para un niño y llamas a un médico, si está en la planta cero hasta que suben tarda cinco minutos…».

    Si pasa algo grave no sabríamos reaccionar igual de bien que si estuviéramos en otras condiciones

    No caben máquinas; no hay zona ni para los familiares; «nos adaptamos nosotras al espacio con alargaderas y ladrones»; los boxes son la mitad de pequeños; o no hay ni material a mano. Estos son solo algunas de las características con las que tienen que convivir las profesionales de la UCI pediátrica tras la inundación. «En la novena planta hay dos camas nada adaptadas, sin enchufes, ni tomas. No hay ni generador externo por si se va la luz en el hospital (aunque el Hospital ha matizado a este medio que hay dos grupos electrógenos de gran potencia para cualquier imprevisto)», vuelve a ejemplarizar la profesional a EL BOLETÍN.

    De hecho, el ejercicio físico se ha convertido en un aspecto a tener en cuenta cuando empieza la jornada laboral. Y es que al no estar las zonas de la reubicación en plenas condiciones, las carreras para coger material o medicamentos entran en escena: «Tenemos que correr hasta el almacén de la UCI. Vas a coger medicación y, al no saber dónde está, tardas hasta tres minutos».

    Un relato que las enfermeras y auxiliares esperan no tener que continuar contando, aunque los plazos no son optimistas: «Nos han dicho que, a lo mejor, se alarga a dos meses, pero el centro no se ha puesto en contacto con nosotras. Mientras, seguimos cogiendo pacientes de otros hospitales». Por ello, el mayor deseo que sale ahora desde la plantilla pasa porque «se solucione rápido» este conflicto abierto desde que la tubería de la UCI pediátrica dijese basta.

    Hasta que eso suceda, la «tensión» es el sentimiento de las profesionales, tal y como expone una de sus integrantes: «Si pasa algo grave, algo que puede pasar en una UCI, estamos vendidas. No sabríamos reaccionar igual de bien que si estuviéramos en otras condiciones».

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