La compañía fue suspendida tras presentar concurso de acreedores. Desde entonces, ha llevado a cabo una “profunda transformación”, implantando las medidas necesarias para adaptar su actividad a la situación del mercado al objeto de lograr un grupo empresarial “más sólido y saneado” que estuviera en condiciones de afrontar “con garantías” un ambicioso proyecto empresarial de futuro, señala Europa Press.
Se ha desprendido de los proyectos y activos que no consideraba estratégicos o viables, ha llevado a cabo una “importante” reducción de su deuda y ha reestructurado su patrimonio. Así, el patrimonio neto del grupo asciende actualmente a más de 35 millones de euros, frente a los 227 millones de euros de patrimonio neto negativo que tenía a 31 de diciembre de 2011, primer ejercicio cerrado tras la suspensión de la cotización.
En el regreso al parqué, Nyesa tiene un nuevo proyecto empresarial, nuevo accionariado y nuevo equipo gestor.