El mundo digital se ha hecho también con el control de los juguetes. Los niños ya están acostumbrados a convivir con tecnología y esta se ha implementado en los juguetes de toda la vida para reinventarse. Una muñeca tan clásica como Barbie no solo tiene decenas de juegos de Barbie online, también se ha transformado con el paso del tiempo para adaptarse a las preferencias de las nuevas generaciones, cada vez menos inocentes y más exigentes. Tal ha sido la evolución de este mítico producto de Mattel, que en sus últimas versiones se ha lanzado un modelo que habla.
Así se ve como una franquicia nacida en 1959 es capaz de adaptarse a los nuevos tiempos, llevando a su personaje principal a series de televisión, a nuevas profesiones del siglo XXI y como no, a los videojuegos. Esta nueva forma de jugar con la muñeca de toda la vida abre una puerta más para el entretenimiento de los más pequeños. Así pueden seguir imaginando y divirtiéndose, adaptando el producto a sus nuevas formas de juego y además, creando videojuegos de Barbie de todos los estilos. Además, se pueden encontrar decenas de juegos de la muñeca totalmente gratuitos: buscar objetos, ser una superheroína, hacer diseños de moda, de maquillaje, de peluquería, hacer recetas de cocina… Hay tanta variedad de juegos de Barbie como profesiones ha tenido la muñeca a lo largo de su historia, ¡y eso que ha tenido más de 100! De hecho, una de sus últimas profesiones es nada más y nada menos que programadora de videojuegos y con ella se incluyen los accesorios de un ordenador portátil, unos auriculares y una tablet.
La tecnología para jugar a juegos de toda la vida
Las nuevas formas de interactuar con los juguetes más clásicos pasan por su digitalización y la inclusión de la tecnología. No solo se puede ver en el salto a los videojuegos de juguetes de siempre como Barbie, Transformers, Micro Machines o He-Man, que cuentan ya con sagas completas en torno a su universo. También se aprecia en la reinvención de los juegos de mesa, los coches teledirigidos o los bloques de construcción.
Ya no basta con un coche radiocontrol que tenga un mando inalámbrico a pilas. Ahora los niños juegan con drones voladores, manejados por Bluetooth con el smartphone a través de una aplicación móvil, y si puede ser, también llevan una cámara incorporada para hacer fotos.
Los juegos de cartas o de tablero se han convertido también en videojuegos, para que la interacción sea más sencilla y se pueda incluso jugar con los móviles en vez de con mandos, y siempre alrededor de una pantalla.
La industria juguetera ha tenido que adaptarse al siglo XXI para retener la atención de los más pequeños, quienes nacen ya como nativos digitales. Manejar una tablet o un móvil con control táctil es prácticamente natural para ellos y viviendo en un entorno copado por estos dispositivos ya cotidianos, es difícil hacerles centrar su mirada en algo que no tenga pantalla.
