La campaña de disciplina fiscal adoptada por el Gobierno de Angela Merkel alcanza un nuevo y simbólico hito: el denominado ‘reloj de la deuda’ o ‘Schuldenuhr’, ha comenzado a ir hacia atrás por primera vez en 20 años.
El reloj, que en realidad es más bien un contador, se reprogramó el 1 de enero para tener en cuenta los nuevos planes presupuestarios a nivel federal y estatal, según publica Financial Times. Eso ha propiciado que ahora esté mostrando una cuenta atrás a un ritmo de 78 euros por segundo, la primera vez que muestra que la deuda pública general del país está en declive. En 2009, a raíz de la crisis financiera, llegó a mostrar que la deuda de Alemania aumentaba a un ritmo de más de 4.400 euros por segundo.
El ‘Schuldenuhr’ es mantenido por la federación alemana de contribuyentes (BdSt), y se exhibe fuera de la sede central del grupo en Berlín. Hasta esta misma semana, sus dígitos ofrecían un recordatorio del deterioro de la posición fiscal de Alemania: desde junio de 1995, cuando se inauguró, la deuda per cápita aumentó de 12.830 euros a su nivel actual de 23.827 euros.
Los esfuerzos del Gobierno de Merkel desde 2014 para ejecutar un presupuesto equilibrado han dado la vuelta a la situación. De hecho, se calcula que en los próximos cuatro años la administración podría disfrutar de un superávit presupuestario de 30.000 millones de euros.
No obstante, la cuenta atrás no ha llegado hasta ahora porque sus cálculos se basan en la legislación presupuestaria oficial y no en las decisiones reales de gasto y endeudamiento tomadas por los ministros de finanzas federales y regionales.
Fundado en 1949 con el objetivo de presionar por una mayor transparencia en las finanzas públicas, BdSt reúne a unos 250.000 constribuyentes. Además de administrar el reloj, es conocido por sus informes en los que denuncia gastos innecesarios del sector público.
