«Efecto Da Vinci»: récord mundial disparó el mercado del arte en 2017

«Efecto Da Vinci»: récord mundial disparó el mercado del arte en 2017

Este 2017 ha sido un año especialmente bueno para la casa de subastas Christie's, que ha vendido siete de las diez obras más caras de los últimos 12 meses.

Salvator Mundi

La moderación que parecía imponerse años atrás en el mercado del arte llegó a su fin con un golpe de martillo: en noviembre, la subasta del «Salvator Mundi» de Leonardo da Vinci por algo más de 450 millones de dólares no sólo dejó sin respiración a la sala entera de la casa Christie’s, sino que sacudió todo el mercado del arte.

El récord mundial no ha hecho sino que muchos se pregunten cuánto tardarán en superarse barreras como la de los mil millones. Se acabó hablar en términos como crepúsculo, horas bajas o inseguridad del mercado del arte internacional, como ocurría en 2016.

Este 2017 ha sido un año especialmente bueno para la casa de subastas Christie’s, que ha vendido siete de las diez obras más caras de los últimos 12 meses. El consuelo de su competidora Sotheby’s es que fue ella la que vendió la segunda pintura más cara del año, una obra del estadounidense Jean-Michel Basquiat (1960-1988), por 110 millones de dólares.

Pero la que fuera una gran sensación el pasado mayo se convirtió en una suma más bien modesta a mediados de noviembre con la venta en Nueva York de «Salvator Mundi». Según se supo más tarde, el comprador es ni más ni menos que el príncipe heredero saudí, Mohammad bin Salman bin Abdulaziz Al Saud.

«El mercado estadounidense está en una situación maravillosa», destaca en conversación con dpa el presidente global de Christie’s, Jussi Pylkkanen. «Simplemente la gente quiere ver cosas frescas, no las que se vendieron ya tres veces en los últimos diez años», asegura. El mercado está bien calibrado, tiene una buena energía y por fin está globalizado de verdad».

Totalmente optimista se muestra también el presidente para Europa de Sotheby’s, Philipp Herzog von Württemberg, que asegura que desde 2017 todo ha vuelto a ir sobre ruedas en el negocio de las subastas. En las subastas de impresionistas, modernos y contemporáneos de noviembre en Nueva York la firma aumentó sus ventas un 12 por ciento en relación con 2016.

«Estamos totalmente optimistas de cara a 2018», asegura. «El mercado marcha fabulosamente bien». Hay una masa de compradores, «lo que dispara los precios al alza», cuyo perfil sin embargo ha cambiado radicalmente. Los asiáticos, que hace un par de años constituirían entre el 8 y 10 por ciento de los compradores, suponen ahora entre el 30 y 40, asegura.

Claro que a la firma le duele que fuera Christie’s la que subastara «Salvator Mundi», pero al mismo tiempo considera que la venta tiene efectos positivos en todo el mercado. «Como tarde en diez años veremos un cuadro vendido por 1.000 millones», pronostica. Eso sí, si es tan único como un Da Vinci.

Los analistas coinciden en que el récord de Da Vinci ha provocado una atención mundial extrema en el mercado del arte. Así lo afirma Robert Ketterer, de la casa de subastas homónima de Múnich. En Europa, señala, el mercado se ha estabilizado considerablemente en comparación con 2016, con menos oferta, pero ventas al alza. Aunque en el Viejo Continente los precios son relativamente más moderados y se mueven entre los 50.000 euros y el millón.

Pese a todos los récords, los expertos llaman a no hacerse demasiadas expectativas. «Las oscilaciones en función de cada artista son extremas», señala Markus Eisenbeis, de la casa de subastas Van Ham de Colonia, en Alemania. «Rápidamente suben, pero también bajan rápidamente», explica. Y el interés de los compradores se enfoca cada vez más en los siglos XX y XXI, especialmente en el arte posterior a la 1960, señala.

También Eisenbeis considera el récord mundial de «Salvator Mundi» una «señal positiva» para el mercado del arte. «Supone una confianza de base en el mercado». Para Hans Neuendorf, fundador de la publicación online especializada «Artnet», sin embargo, la venta de una obra por 450 millones de dólares no es otra cosa que un trofeo. «En este contexto no importa si el cuadro es auténtico o está tratado». «En la cumbre del mercado sólo importan los trofeos, no el arte».

Lo que está claro es que mercado del arte crece y que países como China están entrando a pasos agigantados. Entre las diez obras más caras vendidas este año se coló en décimo puesto la de un artista chino, Huang Binhong: su «Yellow mountain» fue vendida por 50,6 millones de dólares por una casa de subastas china, China Guardian Auctions Co., el pasado junio.

Además, hay una cifra enorme de ferias de arte y galerías, destaca Neuendorf. «Y cuando alguien es hoy en día relativamente adinerado ya no puede permitirse decir que no está interesado en el arte».

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