“Un claro agravio para los empleados de BMN”. Así define Sesfi, sindicato que era mayoritario en el banco, las propuestas planteadas por la dirección de Bankia tras la integración de las dos entidades controladas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que podría conllevar un ajuste de 2.510 empleados.
Detrás del malestar de los sindicatos (y los trabajadores) se encuentra la propuesta del banco de no completar la homologación del salario fijo de los trabajadores de BMN hasta 2024. En cuanto a la retribución variable, no se generará en 2018, por lo que el sistema de Bankia se aplicará por primera vez en 2019. Asimismo, el sistema de promoción profesional existente en Bankia, denominado PDP, se aplicará a la plantilla procedente de BMN a partir de 2020.
Frente a estas propuestas salariales, la intención de la entidad es que los horarios de la plantilla de BMN sean los existentes en Bankia una vez que se firme el acuerdo laboral.
UGT denuncia en una circular que “la homologación que pretende la entidad es inaceptable, basada en recortes y más recortes, y centrada sólo en una parte muy concreta de la plantilla”. “No tiene sentido homologar horarios y no salarios, no vamos a admitir la ley del embudo”.
En la misma línea se expresa Sesfi, que recuerda que “somos dos entidades del FROB”. “Desconocemos las razones” por las que el fondo de rescate “ha permitido siquiera dichos planteamientos”. “Desde luego ese no es un buen camino para una negociación”, añade. “La plantilla de BMN llevamos muchos años con demasiados ajustes, siendo la única entidad del sector, que en aras de apoyar la viabilidad de la entidad, puede escribir un libro sobre todas las medidas de reestructuración y supuesta armonización de condiciones laborales. ¿Para qué han servido?”, se pregunta la formación sindical.
La mesa de negociación formal del ERE de Bankia se constituirá el próximo mes de enero, sin que en las conversaciones informales parezca haberse dado el más mínimo acercamiento entre dirección y sindicatos. Por el momento la entidad ha mantenido firme su intención de recortar 2.510 empleos, con prejubilaciones a partir de los 57 años.
Sin embargo, ese umbral de edad para las prejubilaciones es considerado insuficiente para los sindicatos, ya que piensan que dada la actual estructura de personal, apenas queda margen para la voluntariedad. En la última reunión informal, celebrada ayer mismo, los representantes de los trabajadores insistieron en pedir a Bankia que rebaje al menos hasta los 55 años la edad para poder prejubilarse.
