La crisis catalana refuerza a Ciudadanos

Especial 26 Aniversario

La crisis catalana refuerza a Ciudadanos

El conflicto institucional en Cataluña ha disparado a los de Albert Rivera, que han arrasado en las elecciones del 21 de diciembre.

Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluna

La crisis catalana ha reforzado a Ciudadanos. El partido naranja ha hecho historia en las elecciones celebradas este 21 de diciembre. Su discurso contra el bloque independentista y en defensa de la unidad de España y la Constitución ha calado. Y mucho. La candidatura encabezada por Inés Arrimadas ha arrasado en esta cita en las urnas al ser la fuerza política más votada, aunque no podrá gobernar.

Ciudadanos ha obtenido 37 escaños y más de un millón de votos. Arrimadas y los suyos han convencido a un cuarto de los electores. El 25% de los votantes han apostado por el partido naranja. Sin embargo, la mayoría absoluta de los partidos independentistas impide su sueño de gobernar la comunidad.

“Por primera vez una fuerza constitucionalista gana las elecciones en Cataluña y es Ciudadanos”, fueron las primeras palabras de Arrimadas tras conocerse los resultdos ante un público que cantaba proclamas como “presidenta, presidenta”, “campeones, campeones” o “yo soy español, español, español”.

Estos datos ponen de manifiesto que el discurso duro de los naranjas contra el desafío independentista, con una defensa a ultranza de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ha gustado a un sector de la población. En especial, a los votantes del PP, que ven en Ciudadanos una nueva referencia. Algo que ya ha hecho, por ejemplo, el expresidente del Gobierno José María Aznar, que no ha dudado en ensalzar públicamente a Albert Rivera siempre que ha podido.

Y no ha sido el único. Este 21-D ha sido una auténtica pesadilla para el Partido Popular, que ha cosechado una deblacle histórica al lograr tres diputados, ocho menos que los que consiguió en los comicios catalanes de 2015. Los de Mariano Rajoy se han convertido en una fuerza secundaria, por debajo incluso de la CUP, con los que compartirá grupo mixto.

Muchos de los votantes del PP en Cataluña se han decantado por Ciudadanos, así como electores del PSC, que tampoco han tenido los resultados esperados.

Todo esto hace olvidar, al menos por el momento, los problemas que tiene el partido naranja para que el PP cumpla con lo pactado en el acuerdo que facilitó la investidura de Mariano Rajoy. Gran parte de las 150 medidas suscritas entre Rajoy y Rivera siguen sin cumplirse más de un año después. Cada vez que la sombra de la corrupción se cierne sobre los populares, estos se revuelven y sortean lo pactado. También el Cupo vasco ha mermado las relaciones entre ambos. El guiño del presidente del Gobierno al PNV ha enfadado a Ciudadanos, que no ha dudado en cargar contra el Ejecutivo por esta decisión.

Lejos quedan los días en los que Rivera aparecía desnudo en los carteles electorales. Corría el año 2006 y los catalanes estaban llamados a las urnas. En esos comicios, Ciudadanos obtuvo tres escaños. Esto fue el principio del ascenso del partido naranja, cuya (pen) última alegría ha sido superar a los independentistas en los comicios convocados por Rajoy en aplicación del 155.

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