El bloque independentista logra la mayoría absoluta y constata el fracaso del Gobierno

Elecciones catalanas

El bloque independentista logra la mayoría absoluta y constata el fracaso del Gobierno

Los resultados dejan un panorama parecido al anterior y a Ciudadanos como primera fuerza política en Cataluña.

Carles Puigdemont

Cataluña regresa al futuro con unas elecciones que dejan la aritmética del Parlament prácticamente igual que en la anterior legislatura. La suma de Junts per Catalunya y ERC alcanza los 66 diputados y necesitarán los 4 de la CUP para seguir gobernando. Por otro lado, Ciudadanos se convierte en el partido más votado de Cataluña en un procés que hunde al PP y diluye a las izquierdas.

La aplicación del artículo 155, la disolución de las cortes catalanas y la convocatoria de las elecciones autonómicas anticipadas. Algunos sectores consideraron aquello como un golpe maestro del Gobierno que evitaba la consecución de una República que por entonces ya era irreal e inexistente.

Sin embargo, semanas después, y con la participación más alta de la historia, los comicios dejan un panorama polarizado en donde los independentistas suman más escaños que los unionistas y en donde Carles Puigdemont, después de un sorpasso imprevisto a ERC, es el principal favorito para revalidar la presidencia de la Generalitat.

Resultados provisionales con el 90% escrutado

Junts per Catalunya: 34 escaños, ERC: 32, CUP: 4 / Ciudadanos: 36 escaños, PSC: 17, PP: 4 / Catalunya En Comú: 8

Este ha sido el resultado de unas elecciones cuya altísima participación las dota de un carácter plebiscitario y las llena de legitimidad. En ese sentido, conviene destacar que el voto independentista sigue estando por debajo del 48%.

Quienes consiguen la mayoría absoluta, además de los independentistas, son los partidos de derechas. En un marco diferente al identitario, Ciudadanos, Junts per Catalunya y el PP sumarían 74 escaños de los 135 que tiene la cámara catalana, llevando la contraria a quienes aseguraban que Cataluña “es de izquierdas”.

La polarización de la política catalana ha premiado el ‘voto útil’ y ha castigado, además de al PP, a quienes se han posicionado en lugares más intermedios, como es el caso de ‘los comunes’, a quienes todos han tratado de seducir durante la campaña pero a los que pocos han decidido votar.

El PSC, por su parte, sube por primera vez en más de una década pero menos de los esperado. Miquel Iceta y su equipo esperaban capitalizar el voto de nacionalistas ‘asustados’ e izquierdistas dubitativos con ‘los comunes’. Al final, ni uno, ni otro, y se quedan en tierra de nadie junto a Catalunya En Comú.

Por último, los resultados idénticos del PP y la CUP, que no superan los 4 escaños cada uno, les pone a ambos en el grupo mixto del Parlament. Una salsa agridulce, un plato mar y montaña, o escuchar a Bocherini mientras se ve Gran Hermano. Una mezcla extraña entre cupaires y populares que compartirán espacio en un Parlament que, por otro lado, se separa aún más.

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