Las negociaciones sobre el Brexit se desbloquean en la recta final del año

Especial 26 Aniversario

Las negociaciones sobre el Brexit se desbloquean en la recta final del año

La factura que tendrá que pagar Reino Unido, la frontera irlandesa y los derechos de los ciudadanos son los tres temas clave del acuerdo.

Brexit

Casi un año y medio después del referéndum en el que ganó el Brexit y nueve meses después de que Reino Unido ‘activara’ el Artículo 50 del Tratado de la Unión Europea y comunicara al presidente del Consejo su intención de abandonar el bloque, las negociaciones sobre las condiciones del divorcio parece que por fin han avanzado.

Bruselas había dividido en dos fases el proceso. La primera incluye tres asuntos clave: la factura que debe pagar Reino Unido, la situación en la que quedará la frontera irlandesa y, por último, el estatus de los ciudadanos. La segunda fase tratará sobre las relaciones bilaterales que mantendrán ambas partes una vez que los británicos estén fuera del mercado común y la unión aduanera.

Los socios europeos acaban de acordar con la primera ministra británica, Theresa May, pasar a la segunda fase tras considerar que ha habido “progreso suficiente” en los tres puntos clave de la primera.

En este sentido, la factura finalmente quedará en un tramo de entre 40.000 y 44.000 millones de euros. En cuando al estatus de los europeos en territorio británico y los ciudadanos de Reino Unido que viven en la Unión Europea, mantendrán sus derechos de residencia y seguridad social como hasta ahora. Por último, no habrá una frontera ‘dura’ con Irlanda, un asunto que se había convertido en el principal escollo para avanzar hacia un acuerdo.

Un documento de la Comisión Europea del que se hizo eco Financial Times hace unas semanas concluía que evitar una “divergencia regulatoria” en la isla de Irlanda era “esencial” para proteger el proceso. “En consecuencia, parece esencial para el Reino Unido comprometerse a garantizar que se evite una frontera dura en la isla de Irlanda, asegurando que no surja una divergencia regulatoria”, señala este informe.

En este sentido, otra información más reciente del rotativo británico apuntaba a que Reino Unido finalmente aceptaría una “alineación regulatoria” entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte, una expresión con la que se intentaría responder a las preocupaciones que había expresado Dublín sobre una frontera ‘dura’ en la isla. Resumiendo, significaría mantener a Irlanda del Norte en el mercado común europeo.

Al margen de las negociaciones, la primera ministra británica ha puesto ya fecha para la retirada de Reino Unido de la UE como gesto para despejar dudas en torno a la determinación del país a salir del bloque. Se materializará a las 23:00 (hora de Londres) del 29 de marzo de 2019.

“Que nadie tenga duda de nuestra determinación o cuestione nuestro propósito de que el Brexit se está produciendo”, señaló la ‘premier’. “(La fecha) estará en blanco y negro en la portada de esta histórica pieza de legislación. El Reino Unido estará saliendo de la UE el 29 de marzo de 2019, a las 23.00 GMT”.

Posibles consecuencias

Un informe de la OCDE recogido en el ‘Observatorio sobre la reforma de los mercados financieros 2017’ publicado por la Fundación de Estudios Financieros estima que el Brexit tendrá un notable impacto financiero sobre la economía de Reino Unido, con una fuerte depreciación de la libra frente a las principales monedas. Esta depreciación, añade el informe, reduciría el PIB británico en tres puntos porcentuales y el de la Unión en un punto porcentual en tres años. En 13 años, el PIB británico sería un 5% menor y su riqueza neta un 4% menor a la que hubiera alcanzado permaneciendo en la UE, indica el informe.

Por el momento, según la Fundación de Estudios Económicos, la libra ya ha sufrido impacto ya que está protagonizando una de sus mayores caídas de los últimos años. En cuanto a la actividad financiera, según recoge el citado Observatorio, numerosos bancos y gestores de activos ya han anunciado su traslado desde el Reino Unido a otras jurisdicciones para continuar beneficiándose del régimen de reconocimiento mutuo y libertad de establecimiento que el ‘pasaporte europeo’ otorga a la prestación de servicios financieros y bancarios. Asimismo, se ha frenado drásticamente el lanzamiento de empresas Fintech en Reino Unido, ya que se están estableciendo en otros países de la UE.

El documento de la Fundación de Estudios Financieros igualmente alerta de que el Brexit también amenaza con descomponer las relaciones internas en el propio Reino Unido: Escocia ha solicitado la celebración de un referéndum sobre su independencia con la intención de permanecer en la UE, mientras que Irlanda del Norte exige garantías de que no se alterará su relación con Irlanda.

“Para paliar los posibles efectos negativos del Brexit, es preciso dar una respuesta de unidad desde la UE y ofrecer un programa atractivo que evite el efecto contagio y nuevas veleidades sobre futuras fugas en el resto de países que la conforman”, señala el Observatorio.

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