Daniel Barenboim aboga por el reconocimiento de Palestina

Oriente Medio

Daniel Barenboim aboga por el reconocimiento de Palestina

"Uno no puede esperar un compromiso entre dos pueblos, tampoco puede esperar un compromiso entre dos personas que no se reconocen la una a la otra".

Daniel Barenboim

El famoso director y pianista Daniel Barenboim, conocido por su labor conciliadora en el conflicto de Oriente próximo, abogó por el reconocimiento del Estado de Palestina en un artículo publicado hoy en el prestigioso semanario alemán «Die Zeit». «Uno no puede esperar un compromiso entre dos pueblos, tampoco puede esperar un compromiso entre dos personas que no se reconocen la una a la otra», escribió el afamado músico que posee la nacionalidad argentina, española, israelí y la ciudadanía palestina.

«Para una solución de dos Estados, necesitamos dos Estados y éstos no existen por el momento», agregó en respuesta a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer hace dos semanas Jerusalén como la capital de Israel.

En la tribuna, Barenboim hizo un llamamiento a la comunidad internacional para reconocer a Palestina como Estado, tal y como se hizo en el pasado con Israel. «Esa sería la única manera de lograr justicia para los palestinos y seguridad para Israel», apuntó.

En su opinión, una vez que tanto Palestina como Israel gocen de un mismo estatus no habrá «ningún problema» para que el oeste de Jerusalén se convierta en la capital de Israel y el este de Jerusalén, en capital de Palestina.

Daniel Barenboim, nacido en Argentina y criado en Israel, dirige desde hace 25 años la Ópera Estatal de Berlín. Además, el músico fundó la Academia Barenboim-Said, que eleva a una nueva dimensión la idea de la música como vehículo de entendimiento.

El centro abrió en Berlín a principios de este año para su West-Eastern Divan Orchestra, cofundada con el ya fallecido intelectual palestino-estadounidense Edward Said (1935-2003), y en la que participan jóvenes talentos musicales palestinos, árabes e israelíes. Con el tiempo se ha convertido en todo un símbolo mundial de la conciliación en el conflicto de Cercano Oriente.

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