Ahora que se acerca la Navidad es un momento idóneo para organizar algún que otro viaje, aunque sea una pequeña escapada. Es muy común el emplear el coche, no sólo por el ahorro que supone en transporte sino porque después, en destino, se cuenta con una mayor autonomía. Lo que resulta imprescindible, se vaya a donde se vaya, es revisar una serie de aspectos del coche para saber que en carretera éste no fallará. Hablamos de cosas tan esenciales como la suspensión neumática, los frenos o las luces. Para que siempre que se coja el coche lo único que haya que hacer es disfrutar de la carretera, he aquí los puntos a tener en cuenta.
1. Suspensión neumática. Aunque no sea de lo primero en lo que uno piensa, lo cierto es que es fundamental. Contar con una buena suspensión neumática y que ésta esté en perfectas condiciones es básico para garantizar la seguridad en la carretera. Hablamos de que la suspensión neumática es la que se va a encargar de que las ruedas del coche estén siempre en contacto con el asfalto. Sin esto, hasta una simple curva puede derivar en un accidente grave. Aunque lo mejor es acudir a un taller para este menester, se suele percibir si hay algún problema con la suspensión del vehículo porque éste rebota demasiado, se nota desnivelado, las ruedas se desgastan más de lo que debieran o el vehículo no acaba de responder bien en las curvas.
2. El nivel de aceite. Siempre es importante, pero ahora que hace frío más si cabe. Esto es así porque cuando las temperaturas bajan es más habitual que el circuito se haya contraído varias veces. Además, cuando hay que circular lento por precaución lleva a que el consumo de aceite también sea más elevado. Esto es muy sencillo de comprobar por uno mismo. Con el motor en frío, se quita la tapa donde está el aceite y se introduce una varilla que cuenta con dos indicadores (el máximo y el mínimo) Con este simple gesto ya se puede saber si el nivel es el apropiado o no.
3. Anticongelante, limpiaparabrisas y luces. El primero se puede ver incluso sin quitar la tapón porque, en la mayoría de los casos, el vaso es traslucido. El que los limpiaparabrisas funcionen como deben hace que se tenga la visibilidad que se requiera. En la misma línea entrarían las luces que sirven, no sólo para ver uno mismo, sino para ser visto.
4. Líquido de frenos y neumáticos. Para el primero sólo se requiere de pisar el pedal de freno a fondo para ver el nivel del vaso de expansión. Los segundos deben contar con el dibujo y la presión suficientes para asegurar un buen agarre.
5. Batería. Hay veces en las que es evidente que hace falta un cambio de la misma. Por ejemplo, cuando cuenta con alguna zona con aspecto extraño, como podría ser oxidado. Otras tantas, tan sólo hay que estar atento a los indicadores para saber si es o no el momento de hacerse con una nueva.
