República sin fronteras

Cataluña

República sin fronteras

Muchos esperamos con impaciencia que nos aclaren un poco más como ven esa república universal, que seguramente tendrá su epicentro en Pionyang. ¿Dónde si no?

Bel Olid, número 6 de la lista de la CUP-Crida Constituent por Barcelona

Los soberanistas catalanes no dejan de sorprendernos ni, también hay que recordarlo, de avergonzarnos con su propensión al ridículo. La CUP, los impulsivos y desaforados antisistema, anticapitalistas, anti españoles, anti europeos y anti todo lo que les salga al paso, hartos de querer ponerle fronteras a Cataluña, ahora resulta que lo que pretende es crear una república sin fronteras, una república planetaria y con el tiempo, porque todo se andará, cósmica.

Esta gente de la CUP pasa del todo al nada, perdón al contrario, con una facilidad para cambiar de ideas, de criterio, de lenguaje y de ambición que asombra a los profanos. Es un ejemplo de versatilidad y si en su aquel no fuesen tan proclives a ir descamisados por ahí, también del cambio de chaqueta. Muchos esperamos con impaciencia que nos aclaren un poco más como ven esa república universal, que seguramente tendrá su epicentro en Pionyang. ¿Dónde si no?

Nada de Estados, países, naciones, continentes, nada; tampoco de monarquías, consejos federales, emperadores, dictaduras, democracias parlamentarias…Constituciones. Nada, una república para todos, de un extremo a otro, y elecciones, ¿para qué?, con lo caras que resultan las urnas y engorrosos los escrutinios: una asamblea mundial, nueve mil millones convocados a decidir mano alzada y similares oportunidades de ganar para todos ¡Qué tontería haber estado años apoyando a los burgueses del PDeCat para nada.

Peor aún que para nada: todo para poner una frontera en Los Monegros con unos trabajadores quemándose al sol revisando pasaportes y destapando capots de coches no vayan a intentar colar un ejemplar de ABC. Una República Universal, con moneda única, es decir, sin moneda, leyes únicas, religión única – bueno, tal vez mejor ninguna – y menús del día únicos para que la igualdad se afiance puede ser la solución global para nuestros problemas. Y pensar que algunos no habíamos caído en ello. Habrá que reconsiderar la propuesta. ¿Por qué no se nos habrá ocurrido antes?

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