Cataluña más allá del ‘procés’: ¿Qué plantean los partidos sobre Sanidad y Educación?

Campaña electoral 21 D

Cataluña más allá del ‘procés’: ¿Qué plantean los partidos sobre Sanidad y Educación?

Cataluña es la región con la universidad pública más cara y con un sistema de salud deficiente.

Parlament de Catalunya

El procés es algo tan holístico que sepulta a su paso cualquier acontecimiento paralelo o las estadísticas frías y aparentemente impersonales. Según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), el sistema sanitario catalán está en alerta roja. En cuanto al acceso a la Universidad, las facultades públicas catalanas son las más caras de todo el Estado. ¿Qué proponen los partidos respecto a estos asuntos?

Varios de los partidos políticos que se presentan a las elecciones catalanas del 21 de diciembre ya tienen su programa electoral. Otros todavía lo están puliendo, como es el caso de ERC, PP de Cataluña y la CUP, que lo publicarán en las próximas horas/días.

Los programas hechos públicos por los otros partidos dan muestra de sus principales preocupaciones y los ejes sobre los que pretenden articular su campaña electoral. Que vayan luego a llevarlo a la práctica en el Parlament es otra historia. Solo así se entiende que Junts per Catalunya, el partido encabezado por Carles Puigdemont, anuncie que potenciará la sanidad pública.

Unas cuantas medidas (p.89-90-91) que, en cualquier caso, no versan sobre una de las principales razones del deterioro de la sanidad pública en Cataluña: La Generalitat destina el 24,8% de su presupuesto sanitario a las entidades privadas. Por poner en contexto, la siguiente comunidad más privatizadora, Madrid, dedicó el 11,7% a la sanidad privada.

El partido de Puigdemont asegura que llevarán ahora a cabo un Plan Integral para reducir las listas de espera en el sector. Los días de promedio de espera en lista de espera quirúrgica y en lista de espera de consultas para el especialista son los más altos del Estado. 138 días para esperar la consulta del especialista – cuando la media estatal no supera los 70 – y 173 para la operación quirúrgica, 50 días por encima de la media.

ERC apuesta por desplegar una ley de universalización de la Salud a partir de una inversión territorial en el sector y una mejora en los equipamientos médicos. Para los republicanos, la sanidad catalana debe basarse en un sistema “público, universal, de calidad, sostenible y equitativo” y que sea capaz de reducir las listas de espera sanitarias del mismo modo que la influencia del sector privado.

PSC, En Comù Podem y Ciudadanos se refieren – en sus programas – a estos problemas de la sanidad pública con matices diferentes. Así, mientras PSC y ‘Comunes’ defienden poner fin a los recortes y revertir las privatizaciones, los ‘naranjas’ ponen el foco sobre la necesidad de crear un Plan Integral para la Mejora del Sistema Público de Salud de Cataluña, que también incluye la reversión de los recortes pero no detalla nada sobre las privatizaciones.

“Hay que avanzar hacia una nueva concepción de los servicios sociales basada en criterios de universalidad, igualdad, redistribución, asistencia, promoción, transformación y excelencia”, afirma el programa del PSC que, como Ciudadanos, ERC y En Comú Podem, prometen reducir las listas de espera.

Sin embargo, el quórum de estos partidos en cuanto a las listas de espera no se extrapola a sus propuestas de cara a la universidad pública. Mientras Ciudadanos pone el foco sobre el presunto adoctrinamiento, ‘Comunes’, republicanos y socialistas detallan que su prioridad radica en reducir las elevadas tasas de acceso a la universidad.

El grado más económico se sitúa en los 1.516 euros al año mientras que el más caro alcanza los 2.371 euros anuales. Unas cifras que superan con creces a las de otras regiones de España.

“Garantizar la equidad en el acceso. Facilitar el acceso a la educación universitaria con la reducción de tasas y ampliación de becas”, propone En Comú Podem, partido encabezado por Xavi Domènech.

Una propuesta que cuenta con el apoyo de ERC, que quiere implementar un sistema de precios “no discriminatorio” que incluya un sistema de becas “ambicioso y adaptado al calendario”. En cuanto a los precios de la matrícula, los republicanos proponen hacer una escala de deducciones en función de la renta familiar, el rendimiento académico y el lugar de residencia.

El programa de Carles Puigdemont propone “mejorar el sistema de tasas, becas y ayudas para garantizar el acceso efectivo a la enseñanza superior, con igualdad de oportunidades y valoración del esfuerzo, y para asegurar que los motivos económicos no supongan ningún impedimento, incrementando las becas salario”.

Una propuesta que no ha llevado a cabo en sus dos años de gobierno.

¿Desahucios y pobreza energética?

Los programas electorales de estos cuatro partidos – los hechos públicos hasta este lunes a la noche – detallan decenas de propuestas sobre servicios públicos y coberturas sociales. Todos ellos prometen explícitamente – salvo el partido de Puigdemont – combatir el deterioro de los servicios básicos.

Así, por ejemplo, Ciudadanos garantiza “el derecho de todos los catalanes a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y a acceder a los suministros básicos”. Los naranjas proponen un Plan Autonómico de Vivienda 2018-2028 que pase de un modelo de acceso a la vivienda basado en la propiedad a otro basado en el alquiler y una ley con el objetivo de que los ciudadanos y familias de Cataluña que carezcan de recursos dispongan de las ayudas necesarias para asegurar el pago de los suministros de luz, agua y gas.

Sin embargo, en su programa electoral no aparece en ningún momento la palabra desahucio ni pobreza energética, a pesar de que con otras (palabras), aseguran que lo van a combatir.

En este sentido, en cuanto a los desahucios y la pobreza energética, PSC, ERC y En Comú Podem se muestran más taxativos. Los socialistas afirman que crearán “un programa de mediación para la vivienda con la administración de justicia y los grandes tenedores, para evitar los desahucios y luchar contra el empleo ilegal” y un punto entero del programa electoral se centra en “la pobreza energética”.

ERC, además de recordar los obstáculos que ha puesto el Gobierno y el Constitucional en las leyes en favor de la vivienda digna y la pobreza energética, propone la creación de un Programa de Gobierno contra este tipo de pobreza y un servicio integral de apoyo a las personas sin hogar para garantizar el derecho a la vivienda para las personas que no tienen techo ni vivienda e “implantar el Housing First y el Housing Lead en Cataluña”.

El partido de Xavi Domènech, por su parte, afirma que el primer paso es combatir las desigualdades: “primero, recuperar derechos (derogar la reforma laboral, garantizar el derecho al acceso a unos servicios sociales públicos y de calidad), y revertir los recortes (educación y sanidad, ley de dependecia). Y después, ampliarlos: pobreza energética, permiso de paternidad igual e intransferible, renta garantizada de ciudadanía”.

En cuanto a la vivienda, En Comú Podem propone “aprobar la dación en pago y corresponsabilizar a las entidades financieras de la vivienda pública de alquiler. Garantía de que no se corten los suministros básicos a familias vulnerables”.

El programa electoral de Junts per Catalunya, por su parte, propone recuperar la legislación en materia de vivienda aprobada en el Parlamento de Cataluña y que ha sido objeto de recurso al
Tribunal Constitucional por parte del Gobierno del PP. Además, el partido de Puigdemont asegurar querer seguir trabajando en la implementación de medidas de protección del derecho a la vivienda de las personas en riesgo de exclusión residencial.

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