El BCE pone a examen las compras de bonos corporativos en plena retirada de estímulos

Banco Central Europeo

El BCE pone a examen las compras de bonos corporativos en plena retirada de estímulos

El mercado espera que las compras de bonos corporativos ganen protagonismo en detrimento de las compras de deuda soberana.

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A partir del próximo mes de enero, el Banco Central Europeo (BCE) reducirá a la mitad sus compras mensuales de bonos, pero el programa tiene aún un largo recorrido por delante, especialmente en lo que respecta a los bonos corporativos. Quizás por ello la institución que preside Mario Draghi ha puesto a examen la eficacia real de este programa, que se espera que aumente su protagonismo en los próximos meses.

El BCE está revisando su programa de compra de bonos corporativos, según ha publicado Bloomberg, que cita funcionarios de la zona del euro familiarizados con el tema. El estudio del Comité de Operaciones de Mercado analiza en gran parte la efectividad de este programa, a través del cual la institución que preside Mario Draghi ha desembolsado 126.000 millones de euros, y cómo influye en la oferta de crédito a la economía de la zona del euro.

Algunas voces han cuestionado los verdaderos beneficios de estas compras de bonos, ante las sospechas de que las empresas más grandes, que tienen una mayor facilidad para acceder a los mercados de deuda, se están aprovechando del programa del BCE para obtener dinero barato cuyo fin último no sería aumentar las inversiones, sino más bien financiar compras de acciones para impulsar sus títulos en la Bolsa.

Por el otro lado, sin embargo, el programa estaría siendo beneficioso también para las pequeñas y medianas empresas (pymes), que constituyen buena parte del tejido empresarial europeo. La razón, que al acudir las grandes empresas a los mercados se libera más capacidad de crédito bancario para las pymes que no tienen acceso a ellos.

La evaluación del programa de compra de deuda corporativa se produce en un momento en que el BCE se prepara para decidir cómo implementar la desaceleración de sus estímulos. El BCE actualmente compra 60.000 millones de euros al mes en deuda, de los cuales 50.000 se corresponden a bonos soberanos y unos 7.000 a bonos corporativos (el resto se reparten entre cédulas y valores respaldados por activos).

A partir de enero, las compras se reducirán a 30.000 millones de euros, y teniendo en cuenta que los hombres de Draghi ya se han encontrado con cierta escasez de deuda soberana dado el elevado volumen desembolsado hasta ahora, el mercado ha especulado con la posibilidad de que los bonos corporativos ganen protagonismo.

El programa de compra de deuda corporativa fue el último que puso en marcha el BCE: no empezó hasta junio de 2016, cuando el banco central intensificó su ofensiva para revivir la economía europea y la inflación. La institución lleva comprando deuda soberana desde mazo de 2015, mientras que las compras de cédulas hipotecarias y ABS se iniciaron en 2014.

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