Madrid vive en una burbuja de contaminación que parece impedirle observar con perspectiva la, de momento, ineficaz política medioambiental. Mientras el Ayuntamiento liderado por Manuela Carmena trata de impulsar medidas restrictivas en aras de reducir las partículas contaminantes, Cristina Cifuentes decide reforzar el servicio del Metro exclusivamente para el ‘Black Friday’.
Las decisiones del Gobierno regional parecen estar dirigidas al consumismo antes que al medioambiente y la salud de los madrileños. Al menos así lo sienten decenas de ciudadanos, que observan como un error no incrementar el servicio de trenes en episodios de alta contaminación, como está sucediendo en estos días.
El protocolo diseñado por Cifuentes para erradicar la contaminación contiene medidas menos restrictivas que las del Ayuntamiento de Madrid. Por ejemplo, el Ejecutivo regional del PP considera que el refuerzo en el transporte público solo debe llevarse a cabo en el escenario 3 de contaminación, cuando se acumulan dos días consecutivos con superación del nivel de aviso de este escenario.
Hasta entonces, no hace falta reforzar las líneas del metro, considera la Comunidad de Madrid. Una decisión que choca con otras que ha tomado el Ejecutivo de Cifuentes, que ha incrementado el servicio de trenes para festivales (DCODE), Navidad, maratones, partidos de fútbol o carnaval.
