La Eurocámara preguntará a Báñez por qué no se respetan los derechos de ‘las Kellys’

Precariedad

La Eurocámara preguntará a Báñez por qué no se respetan los derechos de ‘las Kellys’

La comisión de Peticiones ha escucha el testimonio de la asociación de camareras de piso y pedirá a España que garantice condiciones laborales dignas a un colectivo muy precarizado.

Las Kellys de Madrid.

La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo preguntará al Gobierno español sobre una Directiva comunitaria clave en la seguridad y salud de los trabajadores, tras una denuncia de precariedad y explotación laboral presentada por Las Kellys, asociación de camareras de piso.

Este órgano europeo se dirigirá al Ministerio que dirige Fátima Báñez, ministra de Empleo, para que aclare si España ha traspuesto y está aplicando correctamente la directiva 89/391 sobre la mejora de la seguridad y de la salud de los trabajadores, y en el caso de que su aplicación en el sector hostelero no sea adecuada, “instar a que lo hagan”.

La presidenta de esta comisión de la Eurocámara, la diputada sueca Cecilia Wikström, anunció esta medida tras escuchar a las representantes de la asociación, que han llegado hasta el Parlamento de la UE para pedir “que se cumpla la ley” con el fin de “lograr un trabajo digno con una carga de trabajo justa”, que evite el deterioro en la salud de las trabajadoras y garantice sus derechos laborales.

“Cuando recibamos una respuesta de las autoridades españolas decidiremos como proceder”, aseguró Wikström, quien también anunció que pedirá información sobre la cuestión a la comisión de Empleo del Parlamento de la UE.

Las representantes de Las Kellys han ofrecido hoy sus testimonios personales en la cámara europea, donde han estado apoyadas por Izquierda Unida, y han criticado que no confían “en quienes desde 2012 llevan ninguneando nuestros derechos”, en referencia a las autoridades españolas.

“El modelo hotelero afecta a miles de mujeres trabajadoras en toda Europa”, afirmaron, tras aportar datos sobre su situación: “el 90% de las camareras de piso sufrimos daños musculoesqueléticos, y el 28% muestran síntomas de depresión grave”.

Al inicio de este curso político el Gobierno español, las autonomías y agentes sociales se dieron un año para atajar las situaciones abusivas que penden sobre estas trabajadoras, que mantienen una de las luchas más activas por el empleo digno y llevan años denunciando las consecuencias de la progresiva precarización del trabajo en la hostelería sobre su salud y su estabilidad laboral.

Desde un grupo de Facebook nacido en 2014, este colectivo de trabajadoras logró crear una plataforma de apoyo mutuo para visibilizar sus problemas y exigir soluciones, criticando que la industria más próspera en España en los últimos años, el turismo, deje en las manos del eslabón último de la cadena sueldos míseros (dos euros por cada habitación que limpian), cadenas de subcontrataciones y externalización y despidos.

El diputado español de Nueva Canarias Pedro Quevedo, impulsor de la Mesa para la mejora del Empleo en la Hostelería en el Congreso, admitía en septiembre que las condiciones en las que estas mujeres desempeñan su trabajo y la propia naturaleza del mismo provoca que se encuentren “destrozadas físicamente”.

Su lucha, ahora desde la UE, se vehiculará a través de la correcta transposición de la ley europea, ya que las instituciones comunitarias tienen capacidad de formular recomendaciones en caso de que estas directivas no se transpongan correctamente o no se apliquen.

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