El ‘matrimonio’ de conveniencia entre PP y PNV facilitará los presupuestos de Vitoria y Madrid

Presupuestos

El ‘matrimonio’ de conveniencia entre PP y PNV facilitará los presupuestos de Vitoria y Madrid

Populares y jeltzales están condenados a entenderse para aprobar las cuentas generales y vascas.

Andoni Ortuzar, presidente del PNV

La ‘poligamia’ política que lleva practicando el PNV desde hace décadas se asienta sobre un control eficiente de los tiempos y la reciprocidad de la conveniencia de la relación entre jeltzales, socialistas y populares. Todos ellos han alcanzado gobiernos e influencia gracias al apoyo de los otros. En esa situación se llega a finales de 2017, donde Mariano Rajoy necesita al PNV para aprobar los presupuestos generales, e Iñigo Urkullu a los populares para sacar adelante las cuentas del Gobierno Vasco.

Sabin Etxea, sede del PNV, siempre trata de separar negociaciones y discusiones. ‘Gero gerokoa’ (‘Luego lo de después’), dice una expresión vasca que va como anillo al dedo a las intenciones jeltzales. El partido presidido por Andoni Ortuzar no quiere vincular los presupuestos de un lado con los del otro, porque se correría el riesgo, creen, de desarrollar una especie de ‘guerra fría’ entre partidos. A ver quién cede primero.

En este caso, el PNV quiere un proceso de distensión entre las partes implicadas, sabedor que parte de la estabilidad gubernamental en Euskadi depende de los populares. Concretamente de uno de sus votos, que es lo que le permite superar a EH Bildu y Podemos en el Parlamento Vasco.

Los últimos mensajes lanzados desde las filas nacionalistas van encaminados a un acercamiento con el Ejecutivo de Mariano Rajoy. El propio Andoni Ortuzar, muy crítico con la actuación del Gobierno central en Cataluña, afirmó en una entrevista concedida a la cadena SER que “el PNV no negociará hasta que Cataluña tenga instituciones le­gítimas y legitimadas”.

Este mensaje es claro. Los jeltzales comenzarían a dialogar con Cristóbal Montoro sobre los presupuestos a partir de enero, cuando, previsiblemente, las aguas bajen al cauce. Para entonces deberían estar aprobados los presupuestos del Gobierno Vasco y el 155 finiquitado.

Urkullu necesita el voto favorable de los populares, que si bien jamás podrían formar un entente con Podemos y EH Bildu, sí que pueden presionar al Ejecutivo vasco. El lehendakari ha lanzado un guiño al PP vasco y ha asegurado esta mañana en el Parlamento que se “implicará” en la negociación de los Presupuestos, tal y como recoge El Correo. La voluntad de los populares es una rebaja de impuestos para grandes y medianas empresas, entre otras cosas.

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