El fervor hace cima en Katmandú

De ruta por Katmandú

El fervor hace cima en Katmandú

No sólo de montañas vive Nepal, Katmandú es una ciudad cautivadora llena de misticismo y gente muy hospitalaria

Katmandú

La caótica capital de Nepal con sus laberínticas calles llenas de polvo atrapará a cualquier viajero. Sus habitantes te harán sentir como en casa a pesar de los grandes contrastes culturales. Perderse por sus rincones es una magnífica experiencia espiritual que no deja indiferente a nadie. Descubrir templos entre las casas o en cualquier esquina puede convertirse en una sorprendente rutina.

Thamel es el céntrico barrio de los mochileros. Con una gran oferta de hoteles, restaurantes y tiendas es posiblemente la mejor opción para pernoctar. La llegada del movimiento hippie en los 70 hizo de este barrio lo que es hoy en día. Recuerda a Khao San Road en Thailandia. Falsificaciones de material de montaña, ropa hippie, jerseis de cachemir, artesanía o souvenirs inundan sus comercios.

La comida es muy económica, con una amplia oferta vegetariana destacan los curries, momos (empanadillas tibetanas) o el dal bat (sopa de lentejas con arroz). Por unos pocos euros puedes disfrutar de su sabrosa gastronomía, similar a la cocina india con influencia china-tibetana. Son recetas especiadas y picantes. Las bebidas más populares son el té masala y el lassi, bebida a base de yogurt.

Terremoto
El terremoto de 2015 ha sido el más grave registrado desde 1934. Hubo más de 9.000 víctimas y millones de afectados. Se dañaron edificios emblemáticos pero aún mantiene un patrimonio increíble. A día de hoy la ayuda deja mucho que desear, todavía hay familias viviendo en chabolas esperando la reconstrucción de sus hogares.

¿Qué ver?
Swayambhunath también conocido como templo de los monos, es un complejo religioso budista en lo alto de una cumbre. Puedes contemplar una magnífica panorámica de la ciudad. Tiene una estupa con los ojos de buda.

Pashupatinah es el mayor y más antiguo templo hinduista, una de las visitas más impactantes de Nepal. Situado en las orillas del sagrado rio Bagmati se realizan a diario cremaciones y ritos funerarios. Se respira un olor fuerte debido a la quema de los cuerpos. Impacta la imagen de niños bañándose en el río con el contraste de los rituales.

Boudhanath, una de las más grandes estupas del mundo. El mejor momento para visitar el santuario es al atardecer, cuando cientos de personas giran en sentido de las agujas del reloj. Alrededor se encuentran varios monasterios budistas, vivienda de los monjes, se pueden visitar.

Hay tres Plazas Durbar en el valle de Katmandú, en la propia capital de Nepal, en Patan y en Bhaktapur, las tres son patrimonio de la humanidad por la Unesco. El terremoto de 2015 ha dañado la estructura de varias de las construcciones. En estas plazas además de admirar el complejo palaciego puedes ver como los nepalís viven, rezan o realizan sus ritos.

Cerca de Katmandú hay varios lugares que conviene conocer. La medieval Bhaktapur, una visita imprescindible, es oportuno dedicarle dos o tres días. Patan, a pocos kilómetros de la capital nepalí, cuenta con un gran patrimonio cultural. Nagarkot, un pueblo con vistas al Everest, si la climatología lo permite.

Más lejos se encuentra Pokhara, pese a estar a unos 200 km, puedes llegar a tardar 10 horas en autobús por el estado de las carreteras. Es un enclave perfecto para realizar trekings por el Himalaya y contemplar los Annapurnas.

La atmosfera mística de Nepal, sus miles de templos y las montañas más altas del mundo crean un cóctel que engancha, a pesar de no ser espiritual o montañero. Un destino muy recomendable.

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