El mercado de futuros eléctrico, en el que los agentes implicados marcan el precio mayorista para los meses posteriores, prevé una electricidad cara en España para todo el ejercicio 2018. Los cálculos de octubre sitúan el precio para el año que viene por encima de los 50 euros por megavatio hora (MWh), frente a los 48,13 euros por MWh que se estimaban en septiembre. Estos importes mayoristas tienen un peso del 35% en el recibo de la luz de los consumidores de factura regulada (PVPC), a la que están acogidos más de once millones de consumidores.
En concreto, los precios estimados de 2018 se han subido un 5,2% en solo un mes, hasta los 50,63 euros por MWh, según los datos recopilados por el grupo ASE, un asesor energético para empresas. Para el primer trimestre del año, los futuros de octubre avanzan un coste de 53,58 euros por MWh, un 1,1% de lo calculado en septiembre.
La evolución del mercado de futuros anticipa por tanto que continuará la escalada del precio de la electricidad. En octubre el precio de la luz en el ‘pool’ o mercado eléctrico cerró a 56,79 euros por MWh, lo que supone un encarecimiento del 15,6% con respecto al mes anterior y del 7,5% comparado con octubre de 2016. De esta forma, el mercado diario de la electricidad deja atrás la moderación registrada durante el verano y se sitúa un 11,3% por encima de la media de octubre de los últimos cinco años, señala ASE.
¿Por qué sube la luz?
Para grupo ASE, el mercado de futuros refleja las tensiones actuales del ‘pool’ eléctrico debido a una acumulación de “malas noticias”, entre ellas, “la fuerte sequía que sufren los embalses hidroeléctricos, que no se recuperarán en el corto plazo, el aumento del precio del barril de brent por encima de los 60 dólares y la fortaleza de los precios del carbón y del gas”.
En octubre, el incremento del precio de la luz se vio motivado también por la reducción de las importaciones y el descenso de la producción nuclear debido a una parada para recarga en la central nuclear de Cofrentes. Estos factores se unieron a las escasas lluvias, que provocaron el nivel más bajo de producción hidráulica desde que existe registro de datos mensuales, mermando la contribución de las tecnologías más baratas.
Esta situación se vio compensada con la contribución de ciclos combinados y carbón, empujando los precios al alza. Los expertos de grupo ASE creen que esta tendencia va a continuar: “no se divisa en el corto plazo un cambio de tendencia. Esperamos que las energías fósiles mantengan su protagonismo en el ‘mix’ durante este otoño, ante la situación crítica de los embalses”.
Alertan además de que “un repunte de la demanda por la llegada del frío a la península y a Europa”, unido a una posible paralización de parte del parque nuclear en Francia, “podría encarecer aún más el precio del ‘pool’”. “Sólo el diluvio universal podría dar la vuelta a esta situación”, asegura grupo ASE.
