El petróleo extiende su racha alcista y sube desde su cierre más alto en dos años después de la detención en Arabia Saudí de varios ministros y exministros, acusados de corrupción. Esta ‘purga’ ha sido interpretada por el mercado como una consolidación del poder en manos del príncipe heredero Mohammed bin Salman, que ha respaldado los recortes de producción de la OPEP.
El petróleo West Texas con entrega en diciembre subía hasta los 56,17 dólares el barril en el mercado de Londres, con un volumen negociado que era un 15% superior a la media de los últimos 100 días. El viernes subió un 2% hasta los 55,64 dólares, su cierre más alto desde julio de 2015.
El Brent, de referencia en Europa, con entrega en enero subía un 1,3% hasta los 62,90 dólares el barril. El viernes la subida fue de un 2,4% hasta los 62,07 dólares, también su cierre más alto desde julio de 2015.
El príncipe heredero “ya ha expresado abiertamente su apoyo a una extensión de los actuales recortes de la OPEP”, señala Edward Bell, analista de Emirates Nbd Bank Pjsc, en declaraciones a Bloomberg. “Como uno de los mayores productores y exportadores del mundo sufre una transformación de su economía, es probable que se encuentre cierta incertidumbre y riesgo político en el camino, lo que respaldaría los precios”.
El petróleo ha subido durante cuatro semanas consecutivas por señales de que los inventarios mundiales se están reduciendo y la OPEP extenderá su acuerdo de reducción de la producción más allá de su vencimiento en marzo. Arabia Saudí, Irak y Kuwait -que juntos bombean más del 50% del crudo de la OPEP- apoyan esta medida.
El pasado fin de semana, el rey Salman de Arabia Saudí ordenó la purga de la realeza y altos funcionarios del mayor exportador mundial de crudo, incluido un miembro del consejo real que supervisa la compañía petrolera estatal y uno de sus directores. En total, Las fuerzas de seguridad arrestaron a 11 príncipes, cuatro ministros y docenas de exministros y prominentes hombres de negocios, según medios saudíes.
