Un tribunal superior portugués justifica la violencia de género contra una mujer «adúltera»

Violencia machista

Un tribunal superior portugués justifica la violencia de género contra una mujer «adúltera»

La polémica sentencia anula las condenas al exmarido y examante de una mujer que fue agredida por ambos.

Huelga de hambre contra la violencia machista

«El adulterio de la mujer es un gravísimo atentado al honor y la dignidad del hombre. Existen sociedades en las que la mujer adúltera es blanco de lapidación hasta la muerte. En la Biblia podemos leer que la mujer adúltera debe ser castigada con la muerte». Estas palabras no se leen en ninguna sentencia de Arabia Saudí. Un tribunal superior portugués, con sede en Oporto, ha emitido una sentencia que tumba la condena al exmarido y al examante de una mujer que acabó siendo agredida por ambos.

Según recoge el medio luso Jornal de Notícias, este juzgado de segunda instancia en Oporto decidió suspender las condenas a ambos maltratadores, fijadas previamente por un tribunal de Felgueiras y que motivaron la denuncia de la fiscalía portuguesa, que pidió que las sanciones fueran más del doble.

Lejos de aumentarlas, el fallo del alto tribunal deja sin consecuencias penales a dos hombres por unos hechos que se remontan a 2014: una mujer casada, involucrada en una relación extramatrimonial que quiso cortar con su amante fue perseguida y amenazada por éste. El sujeto acabó revelando su relación al marido y la pareja se separó, pero el excónyuge también comenzó a enviarle SMS con insultos y amenazas de muerte.

El amante llegó a secuestrar a la víctima en 2015 e invitó al exmarido a agredirla a su vez. Aunque sin premeditación, la justicia recogió que éste la atacó físicamente. El tribunal de primera instancia fijó para el marido una condena de un año y tres meses de prisión, y una multa de 1.750 euros por posesión de arma prohibida. Al amante se le atribuyó una pena de un año de cárcel, también suspendida, y 3.500 euros de multa por un delito de daño contra la vida privada, injurias, secuestro y ataque a la integridad física.

“No se pretende siquiera cuestionar la medida de la condena, sino los considerandos usados para analizarlas. En vez de limitarse a la materia del hecho, el juez relator recurre a la Biblia y al viejo Código Penal de 1886 para contextualizar la gravedad moral del adulterio. Y lo hace con un lenguaje sexista que raya el absurdo”, escribe hoy la subdirectora del citado medio portugués, Inês Cardoso, en este editorial.

“¿Se trata de un caso aislado en los tribunales portugueses? Tal vez no, porque esporádicamente surgen sentencias con referencias discriminatorias y abusivas”, escribe. Y recuerda que recientemente, una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos censuró «los prejuicios» que prevalecen en el sistema judicial portugués, “en un caso en que entendió que una mujer fue discriminada con una indemnización por pérdida de placer sexual”.

“Conviene admitir, sin embargo, que las sentencias como la que ahora se refiere el Tribunal de la Relación de Oporto son excepciones. Lo que no los hace menos preocupantes o dignos de crítica y reflexión”, expone.

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