Suciedad, conflictos y ‘abandono’ institucional: así viven los agentes desplazados a Cataluña

Cataluña

Suciedad, conflictos y ‘abandono’ institucional: así viven los agentes desplazados a Cataluña

Los guardias civiles denuncian la situación “insostenible” en la que trabajan.

Unidad de Acción Rápida de la Guardia Civil.

Juan Ignacio Zoido, ministro de Interior, visitó el pasado 4 de octubre a los policías y guardias civiles desplazados a Cataluña. Zoido afirmó sentirse profundamente orgulloso de ellos y prometió mejorar las condiciones vitales y laborales de los agentes alojados en barcos. Dos semanas después, la situación ha empeorado y el Cuerpo empieza a estar harto de los políticos que solo se acuerdan de ellos para sacarse “la foto”.

Así se lo confirman a EL BOLETÍN fuentes directas de la Guardia Civil, que denuncian el “abandono” al que les tiene sometidos el Gobierno y el ministerio de Interior.

Jornadas maratonianas sin descanso, días y noches en barcos que no disponen de servicios básicos como lavandería, suciedad que se acumula por los pasillos del buque y un catering con precios “abusivos” y un horario fijo. “Si no llegas entre las 14 y las 15 horas, te quedas sin comer”, señalan.

Esas son solo algunas de las ‘penitencias’ que están pasando los agentes desplazados a Cataluña, que advierten que la situación se está volviendo “insostenible”.

La inmensa mayoría dejó su casa y su familia de la noche a la mañana hace aproximadamente un mes. Desde entonces, ninguna visita, ningún permiso para volver al menos unos días y ver a sus allegados.

En un inicio les prometieron que el día 3 de octubre volverían a sus lugares de origen. Esa fecha se prorrogó al 7, luego al 10, después al 15 y ahora al mes de noviembre. Nadie sabe cuándo dejarán de estar ahí, en un barco que tiene habitaciones de 9 metros cuadrados para dos personas y los conflictos de convivencia han comenzado a aflorar.

La equiparación salarial o el aumento en la cuantía de las dietas no son suficiente para un Cuerpo que se siente abandonado a su buena suerte. “Necesitamos relevos”, es una de las medidas básicas – la otra, trasladarles a hoteles – que proponen desde el sindicato mayoritario de guardias civiles, la AUGC.

Denuncian que no tienen información de nada, ni de los operativos ni de su futuro. “Nos sacaron del barco, a toda prisa, nos metieron en los furgones. Íbamos con munición real. Nos llevaron a un sitio y allí nos dieron que vuelta, que era un simulacro”, relata un miembro del Cuerpo.

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