Blackstone, el polémico fondo estadounidense que suma y sigue en el ladrillo español

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Blackstone, el polémico fondo estadounidense que suma y sigue en el ladrillo español

Blackstone ha pasado en unos pocos años de ser prácticamente desconocido en España a ser la principal inmobiliaria del país.

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Hace unos años era casi un completo desconocido fuera de los más exclusivos círculos financieros, pero tras las últimas operaciones el fondo estadounidense Blackstone se ha convertido en la mayor inmobiliaria privada de España, al ir aprovechando el lastre de ladrillo que los bancos han ido soltando tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Su último gran operación se conocía esta misma semana cuando el Sabadell anunciaba la venta su plataforma de gestión hotelera, Hotel Investment Partners (HIP) a Halley Holdco, una “entidad controlada por fondos asesorados por filiales de The Blackstone Group”. De acuerdo a la información remitida por el banco que preside Josep Oliu a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la operación se ha cerrado en 630,73 millones de euros, aunque la cifra final puede variar ligeramente todavía.

HIP posee 14 hoteles de categoría superior en distintos destinos turísticos en España (Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana, baleares y Madrid), con un total de 3.700 habitaciones.

Esta última adquisición consolida el trono de Blackstone como principal inmobiliaria puramente privada –es decir, excluyendo la Sareb-, una posición que alcanzó el pasado verano al hacerse con la mitad de la cartera inmobiliaria del malogrado Banco Popular, ahora absorbido por el Santander.

Tan pronto como recibió las autorizaciones a esta absorción, el grupo que preside Ana Botín vendió el 51% de la cartera de inmuebles adjudicados, créditos dudosos procedentes del sector inmobiliario y otros activos relacionados con la actividad que tenía el banco al fondo estadounidense. El paquete incluía activos inmobiliarios y créditos por un valor bruto de 30.000 millones de euros, además de la totalidad del capital de Aliseda, portal inmobiliario del Popular. Tras esta operación, Blackstone alcanzó un volumen de activos bajo gestión superior a los 12.000 millones de euros en España.

Ya en 2015 el fondo estadounidense dejó a las claras que la resaca de la banca tras el estallido de la burbuja inmobiliaria era uno de sus principales caladeros para crecer en España. Ese año se hizo con la cartera hipotecaria problemática de CatalunyaCaixa por un importe 4.123 millones de euros -con un valor nominal de más de 6.000 millones-. La operación se había anunciado en julio de 2014, pero tardó nueve meses en poder materializarse.

Una de las primeras incursiones en España de Blackstone es también la más polémica: la compra de 1.860 pisos de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) al Ayuntamiento de Madrid. La operación, realizada en el verano de 2013 bajo el mandato de Ana Botella en el consistorio, se cerró en 128,5 millones de euros. Cuatro años después, el caso sigue enredado en los tribunales.

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