Cinco carreras para recortar 34 puntos en la clasificación general: al alemán Sebastian Vettel se le agota el tiempo si quiere sumar este año su quinto título de campeón mundial de la Fórmula 1. A 34 puntos de Lewis Hamilton en la general, el piloto de Ferrari necesita una reacción que comience este fin de semana en el Gran Premio de Japón. De momento, el germano depende de sí mismo. Si gana las cinco carreras que quedan, será campeón del mundo aun cuando Hamilton sea segundo en cada uno de esos Grandes Premios. En ese caso, la diferencia entonces sería de un punto, lo que quiere decir que Vettel ya no tiene casi margen de error.
Y es que pensar que Vettel puede ganar las cinco carreras que restan cuando apenas conquistó una de las últimas nueve suena a algo utópico. Pero él no pierde la fe.
«Sigo con confianza, no quiero mirar atrás», dijo ayer el cuádruple campeón del mundo en el circuito de Suzuka. «Pero tampoco miraría atrás si hubiera ganado las últimas tres carreras».
Hamilton subió a lo más alto del podio en tres de los últimos cuatro Grandes Premios. Y cuando no ganó, en Malasia, también acabó por delante de Vettel.
Sin embargo, Mercedes admite que actualmente tiene un problema de velocidad en el coche y que tanto en Malasia como en Singapur sólo quedaron por encima de Vettel por causas ajenas. Vettel abandonó en Singapur tras chocar en la primera vuelta y en Malasia partió desde la última posición por un problema de motor.
«Ahora mismo tenemos un buen ritmo», insistió en Suzuka Vettel, que en Malasia remontó desde la última posición hasta el cuarto lugar. «Soy optimista porque tenemos un buen coche».
Su jefe, Maurizio Arrivabene, se pronunció en un sentido similar: «Tenemos el coche, el personal, los pilotos, la determinación y el espíritu para luchar por todo hasta el final».
Las dos últimas carreras fueron un duro golpe para Ferrari, porque era favorito en ambos circuitos. Sin embargo, Vettel respiró en cierta forma aliviado cuando aterrizó en Japón, pues su caja de cambios no estaba tan dañada como se preveía tras un accidente al término del Gran Premio en Malasia. Usar una nueva caja de cambios a estas alturas de campeonato conllevaría una penalización de cinco puestos en la parrilla de salida para el alemán.
Muchas de las opciones de Vettel están sin embargo en el Mercedes de Hamilton. Y el británico aseguró ayer que no levantará el pie del acelerador hasta que el campeonato no esté resuelto.
«Voy a apretar hasta la última bandera, hasta que tenga el título en mis manos», señaló el triple campeón del mundo. «El objetivo es seguir ganando carreras».
Toto Wolff, el jefe de las «flechas de plata», cree que Red Bull tendrá mucho que decir en este final de temporada. Aunque sus pilotos, Max Verstappen y Daniel Ricciardo, ya no tienen opciones de luchar por el título, serán en parte jueces del Mundial.
«Espero una lucha muy cerrada en las próximas semanas entre nosotros, Ferrari y Red Bull», apuntó Wolff.
El último Gran Premio, el de Malasia, vio a Verstappen en lo más alto del podio y a Ricciardo en el tercer puesto. Su ritmo de carrera nada tiene que envidiar actualmente a los Mercedes y los Ferrari.
Sin embargo, Wolff insistió en que Mercedes sigue siendo el rival a batir por todos. «Nadie ha conseguido más poles que nosotros, nadie ha ganado más carreras. Además, somos los líderes en los dos campeonatos -constructores y pilotos- gracias a nuestra fortaleza y a la mala suerte de nuestros rivales. Pero todos los puntos cuentan, da igual cómo se consigan».
