Italia, China, Japón… Hagan sus apuestas sobre el origen de la próxima crisis financiera

Crisis financiera

Italia, China, Japón… Hagan sus apuestas sobre el origen de la próxima crisis financiera

Los analistas de Deutsche Bank avisan en un informe de que “el actual es un período especialmente vulnerable a las crisis”.

Bola del mundo hundiéndose

“Hace falta mucha fe para asegurar que las crisis no continuarán siendo algo habitual bajo el sistema financiero originado en 1970”. Quienes así se expresan son los analistas del departamento de Research de Deutsche Bank, que consideran que “el crecimiento exponencial y la liberalización han potenciado en gran medida esta tendencia”. Visto desde esa perspectiva, las únicas dudas son cuándo, dónde y cómo se producirá la próxima crisis, y las miradas de los expertos del banco alemán se dirigen ya a Italia, China y Japón.

Italia es un serio candidato para entrar en crisis”, consideran los analistas de Deutsche Bank, que recuerdan que el país se acerca a unas elecciones en un contexto en el que el “populista” Movimiento Cinco Estrellas cuenta con un “gran apoyo popular”.

Estas elecciones “probablemente” coincidan con la reducción de la compra de bonos por parte del BCE y si la inflación de la zona del euro sube (especialmente si la inflación italiana sigue siendo débil), “entonces la amenaza del aumento de los rendimientos de la deuda italiana sin una mejora sostenible del crecimiento económico probará los límites de una deuda que ya es elevada respecto al PIB”.

Italia cuenta con una economía “generacionalmente de bajo rendimiento, una carga de deuda comparativamente enorme y un frágil sistema bancario que sigue teniendo que lidiar con las existencias de deuda tóxica”. “La sostenibilidad de la deuda sigue siendo el mayor problema a medio plazo y deja a Italia muy expuesta a una recesión, en nuestra opinión”, concluye Deutsche Bank.

En lo que respecta a China, “la rápida expansión del crédito debido a una demanda insaciable de crecimiento alimentado por la deuda, agravada por un sistema bancario de sombra muy activo, así como una burbuja inmobiliaria en constante expansión” han alimentado los temores de que el país inevitablemente tenga que hacer “un duro aterrizaje y enviar ondas de choque a los mercados financieros mundiales”.

Los expertos de Deutsche Bank reconocen que la economía del gigante asiático “ha desafiado aparentemente” estos temores, manteniendo en general los objetivos de crecimiento del Gobierno. Sin embargo, “el crecimiento futuro no puede depender siempre de la deuda y la inversión por sí solas”, avisan, para anticipar una “transición lenta y compleja” hacia una economía de consumo y teniendo que contener el crecimiento del crédito.

El tercero de los sospechosos es Japón, si bien Deutsche Bank reconoce que cualquier artículo que sitúe el país como siguiente fuente de una crisis mundial no distará mucho de uno escrito hace una década. Pero una “foto” de las finanzas y la demografía del país durante los últimos 27 años da razones para estar “muy preocupados”.

“El país se sigue enfrentando al reto de tratar de gestionar grandes déficit presupuestarios, un gran QE y el mayor coeficiente de deuda pública en el mundo desarrollado en un momento en que la población está disminuyendo y envejeciendo con obviamente menos y menos trabajadores para pagar las facturas y más y más ancianos a los que intentar dar apoyo”.

“Aunque vivimos en un mundo con una volatilidad extremadamente baja, el actual es un período especialmente vulnerable a las crisis. Desde que el sistema de Bretton Woods colapsó a principios de los años setenta y se rompieron los lazos de las monedas con el oro para entrar en la era de las fiat currencies, las crisis financieras se han vuelto más regulares”, reflexionan en Deutsche Bank.

Asimismo, la frecuencia de los shocks financieros se ha incrementado en gran medida por los altos niveles de deuda en relación al PIB en muchos países desarrollados.

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