El rescate de las cajas de ahorros: ¿cuáles han logrado devolver las ayudas públicas?

Cajas de Ahorros

El rescate de las cajas de ahorros: ¿cuáles han logrado devolver las ayudas públicas?

Las entidades rescatadas en las que el FROB ha logrado recuperar todo el dinero público invertido se pueden contar con los dedos de la mano.

Banco de Espana

Recuperar todo el dinero público inyectado más intereses. Ese era la intención inicial del rescate con dinero público de las cajas de ahorros acometido durante la crisis, pero cinco años después las ocasiones en las que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha logrado cumplir este propósito se pueden contar con los dedos de una mano. Y en la mayoría de los casos, la devolución de las ayudas no la ha realizado la entidad que fue rescatada, sino otra que la acabó adquiriendo.

Es el caso de Banca Cívica, que recibió 977 millones de euros de rescate. La entidad surgida de la fusión de Caja Navarra, Cajasol, Caja Municipal de Burgos, Caja Canarias y Caja Guadalajara intentó seguir su camino en solitario, e incluso salió a Bolsa, pero finalmente acabó siendo absorbida por CaixaBank. Fue la entidad catalana la que pudo devolver el dinero inyectado en el rescate más intereses (unos 789 millones en total). Era abril de 2013 y estas eran las primeras ayudas públicas que lograba recuperar el FROB.

Hubo que esperar casi tres años para que Ibercaja anunciara la devolución del total de las ayudas públicas recibidas por Caja 3 -CAI, Caja Círculo y Caja Badajoz-, que la entidad aragonesa había absorbido en 2013. En concreto, la entidad aragonesa obtuvo en marzo de este año la autorización del Banco Central Europeo (BCE) para proceder a la amortización anticipada de 223,6 millones de euros en obligaciones contingentemente convertibles (CoCos) emitidas por Caja 3 en 2013. Con este reembolso, el FROB recuperaba el 100% del total del rescate, que ascendió a 407 millones de euros, más unos intereses de 115 millones.

Esta misma semana, Unicaja ha anunciado la devolución de los 604 millones de euros recibidos por Caja España-Duero en el rescate del MEDE. La entidad andaluza, que absorbió a su rival castellana en 2014, ha pagado además 220 millones en intereses al FROB. Lo que el fondo de rescate no verá ya son los 525 millones del primer rescate a Caja España-Duero en 2010.

Por el momento, la única entidad rescatada que por su cuenta y riesgo ha logrado devolver las ayudas públicas ha sido Liberbank, si bien es cierto que fue una cantidad más ‘modesta’: 124 millones de euros. Liberbank fue el nombre que eligieron Cajastur (que ya se había hecho con CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura, para su banco, que en un primer momento también iba a incluir a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

El mismo camino de Liberbank aspira a seguirlo Bankia, surgida de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y cinco entidades de menor tamaño, y que por el momento ha devuelto 1.836 millones de euros de los 22.424 millones recibidos a través de varios tramos. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri tiene una tarea complicada por delante, teniendo en cuenta además que en breve absorberá BMN (Caja Murcia, Sa Nostra y Caja Granada), que recibió 1.645 millones de euros en ayudas, sin que hasta el momento haya devuelto ningún céntimo.

El dinero que no se podrá recuperar

Los que ya son casos perdidos son lo de Novacaixagalicia (Caixa Galicia y Caixa Nova) y CatalunyaCaixa (Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa), que recibieron 9.052 y 12.052 millones de euros, respectivamente, y fueron vendidas a unos precios significativamente más bajos: 1.003 millones en el caso de la entidad gallega, comprada por Banesco; y 1.187 en el de la catalana, adquirida por BBVA. El banco que preside Francisco González también se hizo por el precio simbólico de un euro con Unnim (Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu), que recibió ayudas de casi 950 millones de euros.

Mención especial para la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que recibió 7.895 millones de euros, en este caso del Fondo de Garantía de Depósitos, y acabó siendo adjudicada en subasta al Banco Sabadell también por un solo euro. Entre los grandes damnificados, los minoristas, muchos de ellos clientes, que compraron las cuotas participativas emitidas en 2008.

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