La nueva clase media china, el objeto del deseo de las empresas europeas

UE - China

La nueva clase media china, el objeto del deseo de las empresas europeas

En 2030 habrá 500 millones de chinos que formarán parte de una clase con alta capacidad de consumo.

La crisis ha aumentado la desigualdad entre ricos y pobres en Europa. El poder adquisitivo de las clases medias ha quedado debilitado, provocando que muchas empresas continentales, ante el debilitamiento del consumo interno, hayan puesto su punto de mira en las exportaciones.

En ese sentido, compañías europeas llevan años esperando un futuro que cada vez está más cerca: la irrupción de la nueva clase media en China cuyo consumo pueda incrementar el volumen de negocio de las empresas.

Según un estudio de The Economist, el consumo privado en China crecerá por encima del 5% hasta el 2030. Ese año se calcula que habrá cerca de 500 millones de chinos que formarán parte de la clase media. El análisis del periódico británico revela que la capacidad de gasto anual de esa ‘nueva’ clase estará por encima de los 9.500 euros.

Un nuevo acuerdo: temores y oportunidades

China y la UE están negociando la firma de un acuerdo comercial que previsiblemente quedará cerrado antes de final de año. Ese tratado facilitará la inclusión de productos chinos en el mercado europeo del mismo modo que las empresas continentales tendrán mayor oportunidad de acceder a las clases medias chinas.

Dentro de ese acuerdo, Bruselas y Beijing han elaborado una lista de 200 indicaciones geográficas (IG) de ambos territorios que estarán protegidas en sus mercados respectivos. La IG es una suerte de denominación de origen con la que los Estados quieren proteger sus productos de alta calidad.

China y la UE presentaron cada una 100 denominaciones de origen. La selección de estas indicaciones geográficas europeas responde al volumen de negocio que éstas pueden tener en el mercado chino y al riesgo de poder ser falsificadas.

La falsificación es uno de los principales temores de las empresas y de los Estados europeos, que esta semana han recibido luz verde de Bruselas para emprender, si lo desean, acciones jurídicas unilaterales contra las falsificaciones chinas.

La Comisión Europea, eso sí, ha advertido que ella no pretende realizar ninguna acción institucional ni jurídica contra esa competencia ‘desleal’.

La unión europea hace la fuerza

Un documento publicado por el Ministerio de Economía y Crecimiento griego, al que ha tenido acceso Euractiv, revela que ocho países (Grecia, Italia, España, Francia, Portugal, Alemania, Hungría y Rumania) se han unido para presentar una demanda contra el uso de los productores chinos de marcas falsificadas protegidas por el régimen europeo de Denominación de Origen.

De todos modos, la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, ha querido tranquilizar a varios Estados europeos al afirmar que el futuro acuerdo protegerá y contemplara dichos aspectos, además de cuestiones clave sobre el marco regulador, como los procesos de transparencia, concesión de licencias y autorización.

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