Trump satisface a la extrema derecha mientras indigna a parte de su partido

Trump satisface a la extrema derecha mientras indigna a parte de su partido

El presidente planea además perdonar al exsheriff racista Joe Arpaio.

Donald e Ivanka Trump

Ha llegado el momento en el que Donald Trump goza de más apoyo entre el KKK y otros movimientos racistas y xenófobos que entre su propio partido. Grandes líderes del Partido Republicano han salido en las últimas horas para contradecir al presidente mientras que representantes del KKK aplauden su “honestidad y coraje”.

El histórico dirigente del Ku Klux Klan, David Duke, alaba a Donald Trump por “decir la verdad” sobre lo sucedido en Charlottesville, donde una mujer antirracista murió asesinada por un nazi (‘supremacista blanco’). Según el presidente de EEUU, lo que sucedió en esta ciudad del estado de Virginia fue una colisión entre dos bandos (racistas y antirracistas) “muy malos”.

De esta manera, matizaba sus palabras del pasado lunes, donde condenaba con cierta firmeza la actitud e ideología nazi del KKK y otros grupos similares. Ahora no hay un bando malo concreto, según él, sino dos.

Este cambio de parecer ha sido aplaudido por David Duke, representante del KKK, que hace dos días criticaba a Trump por su posicionamiento. Sin embargo, el racista agradece ahora en un tuit la “honestidad y coraje (de Trump) para decir la verdad sobre Charlottesville y condenar a los terroristas de izquierda del (movimiento) Black Lives Matter y antifascistas”.

Durante la campaña electoral el KKK ya realizó actos promocionales de la candidatura de Donald Trump.

Indignación interna

Mientras el KKK parece encantado con la actitud del presidente de EEUU, miembros ilustres del Partido Republicano han salido en las últimas horas para criticar la “ambigüedad” de Trump.

El senador y excandidato a la Casa Blanca, John McCain, asegura que “no hay equivalencia moral entre racistas y estadounidenses en pie para desafiar el odio y la intolerancia. El presidente de Estados Unidos debería decirlo”.

Del mismo modo, el presidente del Congreso y tercera autoridad del país, Paul Ryan, insiste en que ”debemos ser claros. El supremacismo blanco es repulsivo. Este fanatismo es contrario a todo lo que este país representa. No puede haber ambigüedad moral”.

Varias empresas huyen de Trump

La mayor federación sindical de Estados Unidos, AFL-CIO, ha abandonado el Consejo de Fabricantes Estadounidenses del presidente junto a otros altos ejecutivos de multinacionales después de las palabras ‘blanqueantes’ de Donald Trump.

Richard Trumka, líder de la federación sindical, justifica su renuncia asegurando que no va a estar presente “en un consejo para un presidente que tolera la intolerancia y el terrorismo doméstico”.

Directores generales de Intel, Brian Krzanich, de Merck, Kenneth C. Frazier, de Under Armour, Kevin Plank; y de la Alianza para las Manufacturas Americanas, Scott Paul, han sido otros de los miembros de ese consejo que han decidido abandonarlo.

Algo que tampoco parece preocupar a Donald Trump, que dice tener muchos directores generales “para ocupar su lugar. Los fanfarrones no deberían continuar. ¡Empleos!”.

Se acerca la segunda taza

No satisfecho con equiparar al KKK con movimientos antirracistas y pacifistas, Donald Trump planea ahora perdonar al controvertido y racista ex sheriff de Arizona, Joe Arpaio, condenado por desacato al negarse a cumplir la orden de un juez federal de dejar de utilizar tácticas para detener inmigrantes irregulares basadas en el racismo.

Arpaio formó parte de la campaña de Donald Trump, quien considera al ex sheriff como un “patriota americano que ha luchado contra la inmigración ilegal”.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en Arizona asegura que “esto sería un apoyo presidencial oficial al racismo»

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