Realimentar las playas daña el medio ambiente y despilfarra grandes sumas, según Ecologistas

Medio Ambiente

Realimentar las playas daña el medio ambiente y despilfarra grandes sumas, según Ecologistas

La plataforma verde denuncia un impacto medioambiental y económico muy negativo por esta práctica en el litoral andaluz.

Playa

Ecologistas en Acción ha denunciado las consecuencias negativas de la realimentación de playas en el litoral andaluz, una práctica que consiste en el traslado de arena de una playa a otra, o del fondo del mar a la playa. “Se trata de una actividad ineficiente que no está promoviendo la esperada regeneración de las playas y que, a su vez, añade problemas ecológicos y económicos”, denuncia la ONG verde.

Recuerdan que la realimentación de las playas en la costa mediterránea se lleva realizando durante las últimas décadas “con el objetivo principal de fomentar el turismo, ya que las playas se han ido vaciando de arena a causa de la construcción urbanística y la construcción de puertos y espigones que han modificado la dinámica litoral”. Pero alertan de que esa modificación provoca la desaparición de arena y piedras de playas de donde se hace el traslado y es causa de otros problemas añadidos, como inundaciones.

La dinámica natural de las playas está sujeta a procesos naturales de aporte y retirada de arena, explica Ecologistas en Acción: “Los ríos aportan sedimentos a las costas y el oleaje los redistribuye a lo largo del litoral, pero la presión urbanística en la costa y los numerosos embalses y presas existentes a lo largo de los cauces fluviales interfieren de manera negativa en el equilibrio natural”.

Ponen en la picota las playas del litoral del Mar Mediterráneo, alteradas en mayor nivel que otras costas por la construcción de paseos marítimos, espigones, rellenos, dragados, construcciones en primera línea de playa o destrucción de cordones de dunas, “lo que ha motivado la pérdida continuada de arena y la incapacidad de regenerarse de una forma natural después de los temporales del invierno”.

¿Pero de dónde proviene la arena con la que se rellena nuestro litoral? Por un lado se usa la tierra o piedras extraídas de un “placer”, un yacimiento submarino de arena. Otro método es recurrir a una cantera terrestre, trasladando de unas a otras playas la arena. Según Beatriz Hernández Pino, portavoz de Ecologistas en Acción, «estas prácticas provocan un círculo vicioso, unas playas pierden arena a costa de otras, y así hasta el infinito. No se regenera ningún ecosistema ni unidad paisajística».

Un gasto público elevado e ineficaz

La realimentación de las playas supone, según Ecologistas en Acción, un elevado gasto para las arcas públicas con una actividad que no están dando buenos resultados. «Se trata de un despilfarro porque es una actuación efímera, inútil, con fecha de caducidad, dilapidadora de recursos públicos que pueden destinarse a cubrir necesidades sociales más urgentes. Esta modificación de la dinámica litoral, además, produce fuertes inundaciones» afirma Hernández Pino.

La playa de Granada, en Motril, donde el velero Diosa Maat ha estado atracado una semana realizando actividades de sensibilización, investigación y denuncia, es un ejemplo del coste económico. Esta playa recibió más de 50.000m3 de arena entre 2004 y 2008, un volumen de arena que ha supuesto un gasto anual aproximado de 780.000€ para las arcas públicas, según la ONG.

Además, recuerdan que existen playas que tienen que ser realimentadas dos veces al año. “Es el caso de la playa de Granada que en 2017 ya ha sido realimentada dos veces: en marzo (para el turismo de Semana Santa) y en junio (para la temporada de verano). La realimentación de playas en la provincia de Granada ha supuesto 10 millones de euros en los últimos 10 años”.

Por todo esto, Hernández Pino señala que «es urgente y necesario terminar con esta manera de sobreexplotar la costa, con las falsas regeneraciones, con el derroche de recursos económicos y con la destrucción del medio ambiente».

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